Uno de cada cuatro padres de EE. UU. mintió sobre el estatus de COVID de su hijo
LUNES, 6 de marzo de 2023 (HealthDay News) -- Las autoridades de salud pública ofrecieron muchos consejos para prevenir la propagación de la COVID-19 a principios de la pandemia, pero parece que muchos padres se hicieron de oídos sordos.
Alrededor de 1 de cada 4 engañó a los demás sobre el estatus de COVID, la vacunación y detalles relacionados de su hijo, encontró una encuesta nacional.
"Al igual que todo el mundo, a los padres les preocupaba enfermarse de COVID-19 o perder el trabajo, pero los padres también tenían que gestionar el equilibrismo entre las responsabilidades laborales y tener a sus hijos en casa durante la cuarentena", comentó la coautora del estudio, Andrea Gurmankin Levy, profesora de ciencias sociales del Colegio Comunitario de Middlesex en Middletown, Connecticut. "Y es bastante posible que algunos padres falsearan el estatus de COVID-19 de sus hijos o no cumplieran con las pruebas o las normas sobre la cuarentena, en un intento por aliviar parte de esta carga".
Los hallazgos, que se publicaron en la edición del 6 de marzo de la revista JAMA Network Open, dan seguimiento a una investigación anterior del mismo equipo, que concluyó que 4 de cada 10 estadounidenses adultos engañaron a otros respecto a si tenían o no COVID o si cumplían o no las medidas de salud pública.
Esta vez, los investigadores utilizaron la información de un subgrupo de 580 participantes del estudio original, que reportaron que eran los padres o tutores de niños menores de 18 años.
Se hicieron preguntas adicionales a los participantes sobre las decisiones que habían tomado a nombre de sus hijos.
Los investigadores encontraron que, en general, alrededor de un 26 por ciento tergiversaron el estatus de COVID de un niño de alguna forma.
Más o menos un 60 por ciento dijeron que habían mentido sobre el estatus de vacunación cuando querían que sus hijos sin vacunar participaran en una actividad que requería la vacuna.
Más de un 50 por ciento de los que admitieron que engañaron a otros sobre si su hijo había recibido la vacuna o sobre no haber seguido las recomendaciones de salud dijeron que lo hicieron porque deseaban la libertad de hacer lo que consideraran que era mejor.
Cerca de un 43 por ciento apuntaron que no les dijeron a otros que sus hijos tenían COVID porque no querían que faltaran a la escuela.
Alrededor de un 35 por ciento afirmaron que no divulgaron que su hijo tenía COVID porque no podían permitirse faltar al trabajo.
"Basándonos en nuestro estudio, parece que a muchos padres les preocupaba que sus hijos faltaran a la escuela, y como madre de tres niños en edad escolar, puedo comprenderlo", apuntó la coautora, Angela Fagerlin, catedrática de ciencias de la salud de la población de University of Utah Health, en Salt Lake City.
"Pero al mismo tiempo, exponen potencialmente a otros niños a una enfermedad grave", advirtió Fagerlin en un comunicado de prensa de la universidad. "Es difícil, porque lo que quizá piense que es lo mejor para su hijo quizá no sea lo mejor para los demás niños en el aula".
Los investigadores comentaron que este engaño quizá haya contribuido a la propagación de la infección, y aumentado las altas tasas de hospitalización y muerte.
Es poco probable que algunas de las decisiones de los padres hicieran daño a otras personas, por ejemplo, cuando mintieron sobre la edad de su hijo para que pudiera vacunarse.
El coautor Alistair Thorpe, exestudiante doctoral de University of Utah Health, apuntó que 7 de cada 10 participantes de la encuesta eran mujeres, de forma que el estudio no representa del todo a la composición de la población de Estados Unidos.
Los investigadores también sospechan que algunos padres quizá no hayan sido del todo honestos al responder la encuesta.
"Mentir sobre mentir es sin duda una posibilidad", advirtió Fagerlin. "Si acaso, es probable que un 26 por ciento sea el número mínimo de padres que tergiversaron el estatus de COVID-19 de sus hijos durante la pandemia".
Los investigadores plantearon que las autoridades deben desarrollar políticas y tecnologías que no dependan del sistema de honor ni pongan en peligro la privacidad para proteger a la salud pública.
"Debemos hacer un mejor trabajo al proveer mecanismos de respaldo, como la licencia por enfermedad paga para las enfermedades familiares, de forma que los padres no sientan que su única opción es engañar o no cumplir las directrices de salud pública durante un brote futuro de una enfermedad infecciosa que iguale o supere la magnitud de la COVID-19", añadió Levy en el comunicado.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre la COVID-19.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: University of Utah Health, news release, March 6, 2023
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