Más mujeres de mediana edad y mayores sufren del ‘síndrome del corazón roto’
LUNES, 18 de octubre de 2021 (HealthDay News) -- El número de estadounidenses que son diagnosticados con el "síndrome del corazón roto" ha aumentado de forma constante en los últimos 15 años, y la gran mayoría son mujeres, encuentra un estudio reciente.
La afección, que los médicos llaman miocardiopatía por estrés, parece similar a un ataque cardiaco, con síntomas como dolor de pecho y falta de aliento. Pero su causa es completamente distinta: los expertos creen que refleja una debilidad temporal en el músculo cardiaco, debido a un aumento en las hormonas del estrés.
La afección recibió su apodo porque podría surgir en cuestión de días tras un evento emocionalmente difícil, por ejemplo la muerte de un ser querido o un divorcio. Pero otras situaciones estresantes (desde un accidente de tráfico hasta una cirugía) también pueden ser desencadenantes.
La mayoría de las personas se recuperan del todo de este tipo de corazón roto, pero en casos poco comunes puede resultar letal.
En el nuevo estudio, los investigadores encontraron que, desde 2006, un creciente número de estadounidense han sido hospitalizados con cardiomiopatía por estrés. La inmensa mayoría (más de un 88 por ciento) han sido mujeres, y las de 50 a 74 años tienen el mayor riesgo.
"Es como un periodo de vulnerabilidad", comentó la investigadora sénior, la Dra. Susan Cheng, del Instituto Cardiaco Smidt del Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles.
El motivo exacto de que las mujeres se lleven la peor parte de la cardiomiopatía por estrés no está claro, apuntó Cheng, pero se cree que la menopausia tiene un rol.
"Tiene algo que ver con esos cambios hormonales, pero eso no es la historia completa", dijo Cheng.
Está claro que la mayoría de las mujeres no desarrollan cardiomiopatía por estrés, y los investigadores siguen intentando comprender qué la provoca en ciertas mujeres, señaló.
La cardiomiopatía por estrés es bastante poco común. Según el Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology), cada año hay entre 15 y 30 casos por cada 100,000 estadounidenses. Pero el grupo anota que es probable que la incidencia real sea mayor, dado que las personas quizá no busquen ayuda para unos síntomas más leves.
El equipo de Cheng utilizó una base de datos federal que monitoriza las hospitalizaciones, y encontró más de 135,000 casos documentado de cardiomiopatía por estrés entre 2006 y 2017. Y la incidencia aumentó de forma constante con el tiempo, en particular entre las mujeres de 50 a 74 años.
En 2006, apenas se conocía la afección. En 2017, hubo alrededor de 1,500 casos por cada millón de hospitalizaciones entre las mujeres de 50 a 74 años.
Por otro lado, las mujeres de a partir de 75 años también mostraron una incidencia creciente de la afección, al igual que los hombres, pero las cifras fueron mucho más bajas.
¿Qué explica los números crecientes? Un aumento en la concienciación y los diagnósticos, según el Dr. Ilan Wittstein, experto en cardiomiopatía por estrés de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore.
Wittstein dirigió un estudio de 2005 que se publicó en la revista New England Journal of Medicine, que introdujo el concepto del síndrome del corazón roto al campo médico en general. Un estudio distinto, que describía casos de la nueva cardiomiopatía, se publicó en la revista Circulation casi en el mismo momento, anotó.
"Miles de médicos se enteraron de esto en cuestión de una semana", aseguró Wittstein.
Esta cronología, aseguró, explica por qué las hospitalizaciones por la afección de repente se dispararon en 2007. Y continuaron en aumento a medida que la concienciación incrementó.
Y desde el principio, dijo Wittstein, ha estado claro que las mujeres conforman la gran mayoría de los casos. Su estudio de 2005 reportó 19 casos, de los cuales 18 fueron en mujeres.
Aunque los síntomas de la cardiomiopatía por estrés imitan a los de un ataque cardiaco, las afecciones son muy distintas. Los ataques cardiacos son provocados por un bloqueo en una arteria grande que suministra sangre al corazón. Pero en la cardiomiopatía por estrés, las pruebas no muestran evidencias de que unas obstrucciones de este tipo tengan la culpa, aclaró Wittstein.
Más bien, la afección parece surgir cuando un aumento en las hormonas del estrés "aturde" a las células del músculo cardiaco temporalmente. Según Wittstein, una teoría es que los cambios de la menopausia alteran al sistema nervioso en formas que ponen a algunas mujeres en riesgo. En los periodos de estrés, los vasos sanguíneos más pequeños del sistema cardiovascular se contraen en lugar de dilatarse.
Las personas con cardiomiopatía por estrés podrían tener algunos de los factores de riesgo tradicionales de un ataque cardiaco, como la hipertensión o la diabetes, unas afecciones que también hacen que los vasos sanguíneos pequeños tiendan a la disfunción, anotó Wittstein.
Por suerte, señaló, en la mayoría de los casos, la capacidad de bombeo del corazón se recupera del todo en una o dos semanas. Pero en casos raros, las personas pueden desarrollar insuficiencia cardiaca o una arritmia potencialmente letal.
Nadie sabe con certeza cómo prevenir el síndrome del corazón roto, y una vez más, por suerte, parece que la mayoría de las personas no sufren episodios repetidos, apuntó Wittstein.
Pero Cheng dijo que en general es sabio seguir un estilo de vida saludable para el corazón, y encontrar formas de gestionar el estrés, a través del ejercicio, el yoga, la meditación o al dormir mejor, por ejemplo.
"A veces, simplemente no nos damos cuenta de que el estrés mental también puede afectar a nuestros corazones", concluyó Cheng.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 13 de octubre de la revista Journal of the American Heart Association.
Más información
La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) ofrece más información sobre el síndrome del corazón roto.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Susan Cheng, MD, MPH, director, Institute for Research on Healthy Aging, Smidt Heart Institute, Cedars-Sinai Medical Center, Los Angeles; Ilan Wittstein, MD, assistant professor, medicine, Johns Hopkins University School of Medicine, Baltimore; Journal of the American Heart Association, Oct. 13, 2021, online
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