Los programas estatales contra la pobreza ayudan a los cerebros de los niños a mantenerse sanos
MIÉRCOLES, 3 de mayo de 2023 (HealthDay News) -- En los estados de EE. UU. que proveen asistencia financiera a las familias con unos ingresos bajos, la diferencia es evidente en los cerebros de los niños, informan unos investigadores.
Su estudio encontró disparidades en la estructura cerebral en los niños de familias con unos ingresos altos, en comparación con las familias de ingresos bajos. Pero la disparidad fue más de un tercio más baja en los estados que ofrecían una mayor asistencia financiera a las familias con ingresos bajos, en comparación con los estados que ofrecían menos ayuda.
Además, la disparidad en los síntomas de salud mental se redujo casi en la mitad.
En el estudio, financiado por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) de EE. UU., participaron más de 10,000 niños de 9 a 11 años, y usó datos del estudio Desarrollo Cognitivo del Cerebro Adolescente (ABCD).
"La asociación entre la estructura familiar y un ambiente con bajos recursos no es una inevitabilidad", aseguró el autor del estudio, David Weissman, miembro posdoctoral del Laboratorio de Estrés y Desarrollo de la Universidad de Harvard.
"Los cerebros de los niños están pasando por un desarrollo sustancial, y tienen una mayor plasticidad o capacidad para cambiar más basándose en su ambiente", apuntó Weissman en un comunicado de prensa del NIDA. "Estos datos sugieren que las políticas y programas que buscan reducir las desigualdades sociales y de salud pueden llegar directamente a los niños en ambientes marginados y ayudar a respaldar su salud mental".
Unas evidencias emergentes han mostrado que los niños de familias con unos ingresos más bajos tienen un menor volumen en el hipocampo que los de familias con ingresos más altos, apuntaron los investigadores. El hipocampo está implicado tanto en la memoria como en el aprendizaje emocional.
"Múltiples estudios han encontrado asociaciones entre los cambios cerebrales mostrados en esta investigación y unos impactos significativos, por ejemplo unas puntuaciones bajas en las pruebas, falta de preparación para la escuela, y factores de riesgo de trastornos del estado de ánimo", advirtió en el comunicado la directora del NIDA, la Dra. Nora Volkow. "Investigar los factores de las políticas que se asocian con un desarrollo del cerebro y la salud mental forma una parte importante de comprender las desigualdades en la salud que afectan a las personas a lo largo de todas sus vidas, comenzando en unos periodos críticos del desarrollo".
Primero, los investigadores validaron que unos ingresos familiares más bajos se asocian con un menor volumen en el hipocampo y más síntomas de afecciones de salud mental como la ansiedad, la depresión, la agresividad, la impulsividad y la falta de atención en los niños.
Previeron que estas diferencias serían mayores en los estados donde vivir cuesta más, y fue así.
Pero contar con programas de asistencia monetaria en los estados con unos costos de la vida más altos redujo esta disparidad en un 34 por ciento, encontró el estudio. En los estados que expandieron Medicaid la disparidad se redujo en un 43 por ciento.
En los estados con un costo de vida alto que también tenían programas contra la pobreza, las brechas fueron más estrechas. Se observaron unos niveles similares en los estados con el costo de vida más bajo.
El estudio también reveló que la disparidad asociada con algunos síntomas de la salud mental, como la ansiedad y la depresión, fue un 48 por ciento más baja en los estados caros con unos beneficios monetarios más grandes que en los estados con unos beneficios monetarios más pequeños.
Los autores anotaron que estos patrones siguieron siendo significativos cuando se controlaron las características sociales, económicas y políticas a nivel del estado. Entre estas se incluyeron la densidad poblacional, la igualdad en la educación, las tasas de encarcelación y la igualdad de género.
La investigación demuestra que esta brecha se puede remediar mediante programas estatales contra la pobreza, por ejemplo el Crédito tributario por ingresos de trabajo, la Asistencia temporal para familias necesitadas y Medicaid, según los investigadores.
El estudio se publicó en la edición del 2 de mayo de la revista Nature Communications.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre el desarrollo del cerebro de los niños.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: U.S. National Institute on Drug Abuse, news release, May 2, 2023
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