Las personas que procrastinan podrían postergar hasta que su salud empeore
MIÉRCOLES, 4 de enero de 2023 (HealthDay News) -- Los estudiantes universitarios que lo dejan todo para el último minuto quizá no solo vean sufrir a sus calificaciones, sino también a su salud, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores encontraron que, de más de 3,500 estudiantes universitarios a quienes se dio seguimiento, los que puntuaban alto en una escala de procrastinación fueron más propensos a reportar ciertos problemas de salud nueve meses más tarde. La lista incluía dolores corporales, dormir mal, y síntomas de depresión y ansiedad.
Los expertos señalaron que los hallazgos no prueban que la procrastinación, en sí, provocara directamente estos problemas, por ejemplo, al retrasar una visita al médico y al permitir que un problema de salud sin importancia empeorara.
Pero sí refuerzan el hecho de que la procrastinación, cuando es crónica, es una señal de alarma.
"Todo el mundo procrastina, pero no todo el mundo lo hace de manera crónica", comentó Joseph Ferrari, un profesor de psicología de la Universidad de DePaul, en Chicago, que ha estudiado el tema desde la década de los 1980.
Postergar presentar los impuestos, o algo igual de desagradable, es normal. La procrastinación crónica es distinta, y no es solo una peculiaridad benigna de la personalidad, apuntó Ferrari, que no participó en el nuevo estudio.
Cuando la procrastinación es una forma de vida (y afecta al trabajo, el hogar y las relaciones) es un problema, enfatizó Ferrari.
También es común. En su propia investigación, Ferrari ha encontrado que alrededor de un 20 por ciento de los adultos califican como personas con procrastinación crónica, lo que la convierte en más prevalente que trastornos de la salud mental como la depresión y las fobias.
Y los estudios han sugerido que hay consecuencias a largo plazo para la salud: la procrastinación crónica se ha vinculado con unos riesgos más altos de depresión y ansiedad, además de afecciones físicas como la hipertensión y la enfermedad cardiaca.
Ferrari comentó que esto quizá no se deba a la procrastinación en sí, sino al estrés y la preocupación persistentes que la acompañan. Elegir no actuar de forma habitual es una forma inadaptada de responder a las dificultades de la vida.
El nuevo estudio, que se publicó en la edición en línea del 4 de enero de la revista JAMA Network Open, se enfocó en estudiantes universitarios, que es un grupo particularmente tendiente a la procrastinación, según investigaciones anteriores.
Según el investigador principal, Fred Johansson, de la Universidad Sophiahemmet en Estocolmo, esto podría relacionarse con la "libertad" que los estudiantes universitarios tienen en general. Sus vidas tiene relativamente poca estructura, y las fechas de entrega con frecuencia son amplias, lo que, según Johansson, puede permitir bastantes oportunidades para la procrastinación.
Su equipo deseaba ver si los estudiantes que tenían una puntuación alta en la escala de procrastinación presentaban alguna elevación en el riesgo de síntomas mentales o físicos subsiguientes, en comparación con sus pares.
Los investigadores observaron los datos de 3,525 estudiantes de ocho universidades suecas, que participaron en un estudio de mayor tamaño sobre la salud. Al principio, se evaluaron los síntomas de depresión y ansiedad, los hábitos de estilo de vida malsanos y los dolores corporales de los estudiantes.
Tres meses más tarde, completaron un cuestionario estándar sobre la procrastinación.
En general, encontró el estudio, los estudiantes en el extremo alto de la escala de procrastinación estaban en peores condiciones nueve meses más tarde. En comparación con sus pares que no procrastinaban, reportaron más problemas con la depresión y la ansiedad, además de más dolor en la parte superior del cuerpo.
También le dieron unas puntuaciones más bajas a su calidad de sueño, hacían menos ejercicio y reportaron más soledad que otros estudiantes, mostraron los hallazgos.
Johansson dijo que los vínculos entre la procrastinación y los problemas de salud fueron "más bien flojos", lo que significa que no apuntaron a un efecto fuerte. Pero las conexiones se sostuvieron incluso cuando los investigadores tomaron en cuenta los síntomas de los estudiantes al principio del estudio.
Esto sugiere que no es un caso de "causalidad inversa", en que los estudiantes con problemas de salud física o mental tendían a posponer el trabajo.
En cuanto a por qué la procrastinación dañaría a la salud de las personas, Johansson se mostró de acuerdo en que el estrés podría ser un motivo importante. Las personas que procrastinan de forma crónica también podrían quedarse cortas respecto a las "conductas de bienestar", anotó, como por ejemplo, en este estudio, la actividad física.
¿Qué hace que alguien procrastine de forma crónica? No hay evidencias de que sea genético, según Ferrari. "No se nace así. No se trata de que simplemente sean así", enfatizó.
Y esto es una buena noticia. "Porque si es aprendido, se puede desaprender", aseguró Ferrari.
Pero cambiar no es tan sencillo como seguir unos consejos sobre la gestión del tiempo, añadió. Una persona que de verdad procrastina de manera crónica siempre encontrará excusas para postergar las cosas.
"Hay que cambiar la forma de pensar", aconsejó Ferrari. Uno de los problemas subyacentes, anotó, es que las personas que procrastinan crónicamente se centran en sí mismas, es decir, tienen una mentalidad de "yo" en lugar de "nosotros".
Según Ferrari, una forma de psicoterapia llamada terapia cognitivo conductual puede ayudar a las personas con procrastinación crónica a resolver los orígenes del problema.
Johansson se mostró de acuerdo, y anotó que hay evidencias de ensayos clínicos que respaldan la efectividad de la terapia cognitivo conductual.
"Requiere cierto esfuerzo", señaló Johansson, "así que no es algo que puede hacer mientas intenta llegar a una fecha de entrega específica. Pero las evidencias sugieren que incluso las personas que procrastinan crónicamente pueden cambiar su conducta".
Más información
El Hospital McLean ofrece más información sobre la procrastinación.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Fred Johansson, MSc, PhD candidate, Sophiahemmet University, Stockholm, Sweden; Joseph R. Ferrari, PhD, professor, psychology, Vincent de Paul Distinguished Professor, College of Science and Health, DePaul University, Chicago; JAMA Network Open, Jan. 4, 2023, online
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