El sueño a lo largo de la vida: en qué momentos se duerme mejor y peor
VIERNES, 17 de junio de 2022 (HealthDay News) -- Los estadounidenses son noctámbulos a los 20 años, duermen la cantidad más baja a los 40, y por fin duermen más después de la jubilación.
Estas son algunas de las conclusiones de un estudio que observó los patrones de sueño de los estadounidenses de todas las edades. En resumen, los adolescentes y adultos jóvenes con frecuencia se duermen después de medianoche, mientras que las personas de 40 y tantos años se van antes a la cama, pero dedican menos horas a dormir.
Esto quizá no resulte sorprendente, sobre todos para los padres de 40 y tantos años con hijos adolescentes. Pero el estudio ofrece una perspectiva más clara sobre los hábitos de sueño de los estadounidenses, al utilizar medidas objetivas en lugar de autoinformes: los participantes utilizaron dispositivos de muñeca que registraron su movimiento, de día y de noche, a lo largo de siete días.
Los hallazgos se basan en más de 11,000 estadounidenses de a partir de 6 años, que participaron en un estudio de salud federal periódico entre 2011 y 2014. Y muchos de los resultados respaldaron lo que estudios anteriores han mostrado.
Sí, los niños en edad escolar, en particular los adolescentes, se quedan despiertos hasta tarde. De hecho, una cuarta parte de las personas de 14 a 17 años no se durmieron antes de medianoche a lo largo del periodo de una semana.
Dado que en general se levantaban a las 7 a.m. en un día de escuela, esto es notable, según el investigador Shaoyong Su, epidemiólogo genético del Colegio Médico de Georgia, en Augusta.
Los adolescentes intentan compensarlo en los fines de semana, y en general duermen una hora y 15 minutos adicionales. Pero dormir poco con regularidad puede acumular una "deuda de sueño" que es difícil de resolver.
Su dijo que no está claro qué podría significar la deuda de sueño de los adolescentes para su salud a más largo plazo. Pero, a corto plazo, su rendimiento académico y su bienestar emocional podrían sufrir.
Por otro lado, el estudio encontró que los estadounidenses en edad universitaria (de 18 a 25 años) se van a la cama incluso más tarde, y que una cuarta parte típicamente se duermen alrededor de la 1 a.m.
"Lo veo con mucha frecuencia", comentó la Dra. Fariha Abbasi-Feinberg, especialista en medicina del sueño del Millennium Physician Group en Fort Myers, Florida.
Afirmó que es probable que la biología forme parte de la historia, dado que el ritmo circadiano del cuerpo cambia en la adolescencia. Pero muchos niños y adultos jóvenes quizá también se estén quedando despiertos hasta tarde con la mirada perdida en el brillo de un dispositivo electrónico.
Abbasi-Feinberg, que también está en la junta de directores de la Academia Americana de Medicina del Sueño (American Academy of Sleep Medicine), anotó que los datos del estudio se recolectaron hace más o menos una década, lo que, cuando se trata de las redes sociales, es casi historia antigua.
"Hoy en día, los niños reciben dispositivos a una edad más temprana", dijo Abbasi Feinberg. "La pregunta es cómo esto afectará la forma en que crecen, lo que incluye al sueño".
En cuanto a los estadounidenses adultos, en general eran los que menos horas dormían alrededor de los 40 años, al bajar, en promedio, de las ocho horas.
Las necesidades de sueño reales son bastante estables a lo largo de la adultez, aclaró Abbasi-Feinberg, de forma que es probable que este nadir en la mediana edad refleje lo que sucede en las vidas de las personas: el equilibrio entre el trabajo y las responsabilidades del hogar, e intentar hacer malabarismos con el horario propio y el de los niños.
En general, la duración del sueño de los estadounidenses aumenta de forma gradual tras los 50 años. Una vez más, esto tiene sentido, aseguró Abbasi-Feinberg, dado que es un momento en que el nido se vacía y las personas al final se jubilan.
En cuanto a las personas mayores, en particular, las afecciones de salud también pueden ser un factor en dormir más horas, según Su y sus colaboradores.
Pero la edad no es el único factor en los patrones de sueño. El estudio encontró que, en general, los afroamericanos son los que menos duermen, y son los que se van a dormir más tarde, en comparación con todos los demás grupos raciales.
Tanto Su como Abbasi-Feinberg apuntaron a los "determinantes sociales" que podrían ser un factor propulsor de esto. Si, por ejemplo, alguien vive en un vecindario, edificio u hogar que lo exponga al ruido y a la luz artificial del exterior, es probable que quedarse y mantenerse dormido sea difícil.
¿Cómo puede una persona saber si sus hábitos de sueño no son ideales?
Si se duerme en cuestión de minutos tras sentarse, es una señal de alarma, afirmó el Dr. Vaughn McCall, coinvestigador del estudio y presidente de psiquiatría y salud conductual del Colegio Médico de Georgia.
"Debería poder permanecer despierto durante una clase universitaria, aunque la clase sea aburrida", planteó.
Para algunas personas, la solución es simplemente priorizar el sueño, comentó Abbasi-Feinberg.
"¿Es necesario ponerse al día con Netflix? ¿Puede reducir el tiempo que pasa en las redes sociales?", dijo. "Dormir no es algo en que deberíamos escatimar".
Apagar los dispositivos antes de irse a la cama (y la luz azul que estimula al cerebro) podría hacer que quedarse dormido resulte más fácil. Pero también es importante, anotó Abbasi-Feinberg, exponerse a la luz natural en la mañana, para poner al reloj corporal en el camino correcto.
Si duerme ocho horas y de cualquier forma se siente adormilado durante el día, lo mejor es hablar con el médico, aconsejó Abbasi-Feinberg. Puede ser señal de una afección de la salud, como la apnea del sueño.
La National Sleep Foundation recomienda que los adultos menores de 65 años duerman de siete a nueve horas por noche. Los adultos mayores quizá necesiten un poco menos, de siete a ocho horas.
Los hallazgos se publicaron en una edición reciente en línea de la revista Scientific Reports.
Más información
La National Sleep Foundation ofrece más información sobre unos hábitos de sueño saludables.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Shaoyong Su, PhD, genetic epidemiologist, Georgia Prevention Institute, Medical College of Georgia, Augusta; Vaughn McCall, MD, chairman, psychiatry and health behavior, Medical College of Georgia; Fariha Abbasi-Feinberg, MD, medical director, sleep medicine, Millennium Physician Group, Fort Myers, Fla., and member, board of directors, American Academy of Sleep Medicine, Darien, Ill.; Scientific Reports, May 10, 2022, online
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