¿No está listo para la socialización después de la pandemia? Un experto ofrece consejos contra la ansiedad
MIÉRCOLES, 9 de junio de 2021 (HealthDay News) — Aunque algunas personas quizá estén listas y deseosas de reconectar con la familia y los amigos en las reuniones sociales después de la pandemia, sentirse aprensivo es normal.
A medida que las restricciones se relajan debido a que las tasas de infección se desploman y más personas se vacunan, muchas personas están experimentando sentimientos inesperados, por ejemplo ansiedad sobre el regreso a las situaciones sociales, según un experto en servicios de psicología.
“Para algunas personas, estos cambios son emocionantes, y para otras son abrumadores”, señaló el Dr. Itai Danovitch, presidente del departamento de psiquiatría y neurociencias conductuales del Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles.
Es normal tener dificultades con los cambios, aunque sean positivos, aseguró Danovitch. Tras pasar tantos meses en casa, volver al trabajo o asistir a una barbacoa de la familia puede hacer que muchos sientan preocupación, ansiedad o incluso pánico.
“El miedo o la ansiedad son normales”, aseguró en un comunicado de prensa del centro. “Sentimos las cosas por un motivo, y la ansiedad es, en esencia, una respuesta a una amenaza”.
Estos sentimientos varían de una persona a otra. Incluso la percepción de una misma persona puede cambiar de un día a otro.
Es posible resolver estos sentimientos, aseguró Danovitch. Sugirió que las personas se tomen un tiempo antes de un evento social para pensar sobre exactamente cuáles partes de la interacción venidera les provoca ansiedad, y que entonces creen una estrategia sobre lo que pueden hacer para resolver sus preocupaciones.
“Piense sobre cuáles factores están bajo su control”, aconsejó Danovitch. “Por ejemplo, si tiene preocupaciones sobre un próximo evento o reunión, hable con el anfitrión sobre esas preocupaciones en un momento temprano. Obtenga la información que necesita para tomar una decisión sobre su nivel de comodidad, y no tenga miedo de comunicar esa decisión”.
Quizá esto signifique limitar el tiempo que pase en una reunión social, o incluso rechazar una invitación.
“Debemos tener conversaciones honestas los unos con los otros”, planteó Danovitch. “Hacerlo conlleva cierta valentía y coraje, ser honesto sobre cómo se siente, porque hay un riesgo de que lo malentiendan”.
Estos sentimientos no siempre son una señal de un trastorno de ansiedad, afirmó. Quizá solo sea inquietud o timidez, que se aliviarán con el tiempo.
No es así cuando la ansiedad y el miedo provocan disfunción, discapacidad o un sufrimiento mental intenso. A los que tienen dificultades con la ansiedad social hasta el punto en que es un impedimento en sus vidas, Danovitch les recomienda que hablen con un proveedor de atención primaria sobre las opciones de atención y tratamiento.
“Por ejemplo, si está tan ansioso sobre el regreso al trabajo, que es un ambiente social, que no va a ir al trabajo en lo absoluto”, planteó, “si tiene ataques de pánico recurrentes, o si su ansiedad es persistente, generalizada y afecta a su funcionamiento, entonces tiene sentido buscar ayuda profesional. Los trastornos de ansiedad son muy comunes, y hay una variedad de tratamientos efectivos disponibles para resolverlos”.
Más información
La Asociación Americana de Ansiedad y Depresión (Anxiety & Depression Association of America) ofrece más información sobre la ansiedad social durante la pandemia de COVID-19.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: Cedars-Sinai Medical Center, news release, June 7, 2021
Learn MoreLa vacunación cobra urgencia: la variante que puso a India de rodillas aparece en EE. UU.
MIÉRCOLES, 9 junio de 2021 (HealthDay News) — La variante altamente contagiosa del coronavirus que puso a India de rodillas esta primavera conforma ahora el 6 por ciento de los casos nuevos en Estados Unidos, señaló el martes la administración de Biden.
Por suerte, parece que las vacunas funcionan bien contra esta versión del virus, que se ha propagado como un incendio en Gran Bretaña, y que supone una amenaza para la reapertura completa en ese país.
“Básicamente, se está apoderando” de Reino Unido, comentó el martes durante una conferencia de prensa el Dr. Anthony Fauci. “No podemos permitir que esto suceda en Estados Unidos, lo que constituye un argumento potente” a favor de la vacunación, enfatizó.
Para demostrar la eficacia de las vacunas, Fauci se refirió a los datos de la agencia de salud pública de Gran Bretaña, que muestran que dos dosis de las vacunas fabricadas por Pfizer y AstraZeneca tienen una efectividad del 88 por ciento para la prevención de la enfermedad sintomática provocada por la nueva variante, también conocida como Delta. Añadió que los datos de Pfizer serían similares a los del producto de Moderna, que también es una vacuna de ARNm, según el Washington Post.
Pero una sola dosis ofrece una protección de apenas un 33 por ciento, muestran los datos, un recordatorio de la potencia con que la segunda dosis refuerza a la inmunidad, señaló Fauci. Estados Unidos está en el proceso de proveer vacunas a los adolescentes y a otras personas que han estado esperando para ponérselas, y las segundas dosis son esenciales, añadió.
Fauci anotó que las tasas de infección en Gran Bretaña están “alcanzado el punto más alto” entre las personas de 12 a 20 años, uno de los grupos que Estados Unidos se está apresurando a vacunar. En Gran Bretaña, la variante Delta conforma ahora más de un 60 por ciento de las nuevas infecciones, dijo, y algunos científicos británicos están advirtiendo que el país se enfrenta ahora a la posibilidad de un tercer repunte, reportó el Post.
Por otra parte, las infecciones de COVID-19 han caído a nuevos mínimos en Estados Unidos, pero el virus sigue propagándose por las comunidades con unas tasas bajas de vacunación, donde variantes altamente contagiosas, como la Delta, amenazan a los que no han recibido las vacunas.
En el condado de Smith, en Tennessee, donde apenas un 20 por ciento de las personas se han vacunado del todo, ha habido un aumento de casi un 700 por ciento en las hospitalizaciones por la COVID-19 en las dos últimas semanas, según el The New York Times. En Trousdale, Tennessee, donde apenas un 23 por ciento de las personas han recibido ambas dosis de la vacuna, las hospitalizaciones también se han disparado en un 700 por ciento en el mismo periodo.
Las personas que enferman con la COVID-19 ahora, “en la mayoría de los grupos de edad, tienen el doble de probabilidades de acabar hospitalizadas que las personas que contrajeron el virus en un momento anterior de la pandemia”, declaró al Times el Dr. Ted Delbridge, director ejecutivo del Instituto de Sistemas de Servicios Médicos de Emergencias de Maryland.
En Maryland, de las personas de 50 a 59 años que contrajeron la COVID-19 en invierno, alrededor de un 8 por ciento fueron hospitalizadas, dijo. Entre finales de abril y principios de junio, la tasa de hospitalización de ese grupo fue de un 19 por ciento, dijo al Times.
Es probable que las variantes peligrosas tengan la culpa, señaló Delbridge. La variante que se encontró originalmente en Gran Bretaña, conocida ahora como Alfa, es más letal y contagiosa que la mayoría de las demás, y es ahora la dominante en Estados Unidos. El mes pasado, la Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., dijo que la variante conformaba un 72 por ciento de los casos de EE. UU. en ese momento, según el Times.
Pero parece que las vacunas han funcionado contra la variante Alfa en este país.
“Creo que tuvimos suerte, para ser sincero”, declaró al Times Nathan Grubaugh, epidemiólogo de la Universidad de Yale. “Las vacunas nos están salvando”.
Las tasas de vacunación en declive amenazan la meta de Biden para el 4 de julio
El desplome de las tasas de vacunación pone en peligro la meta del Presidente Joe Biden de haber vacunado contra la COVID a al menos un 70 por ciento de los adultos de EE. UU. el 4 de julio, mientras que a los expertos en salud pública les preocupa que los estados sureños, donde las cifras de vacunación son las más bajas, pudieran experimentar un repunte en los casos durante el verano.
En promedio, Estados Unidos está administrando menos de 1 millón de vacunas al día, un declive de más de dos tercios respecto al pico de 3.4 millones en abril, reportó el Washington Post, a pesar del hecho de que todas las personas de a partir de 12 años pueden ahora recibir una de las tres vacunas aprobadas en el país.
El marcado declive comenzó a mediados de abril, y coincidió con la suspensión temporal de la vacuna de Johnson & Johnson mientras las autoridades de salud investigaban unas reacciones raras de coágulos de sangre. El declive ha continuado, y apenas 2.4 millones de adultos recibieron su primera dosis la semana pasada. Para cumplir la meta de Biden del 4 de julio, las autoridades deben administrar una primera dosis a 4.2 millones de adultos por semana, según el Post.
La ralentización es nacional: todos los estados han bajado al menos dos tercios respecto a su pico, y los más afectados han sido el Sur y el Medio Oeste. Doce estados, entre ellos Utah, Oklahoma, Montana, ambas Dakotas y Virginia Occidental, han experimentado una reducción en las vacunaciones por debajo de las 15 vacunaciones diarias por cada 10,000 residentes; en Alabama, apenas cuatro personas por cada 10,000 residentes se vacunaron la semana pasada, señaló el Post.
Hubo algunas buenas noticias: una docena de estados (muchos en el Noroeste, entre ellos Maine, Massachusetts y Connecticut) ya han administrado una dosis de la vacuna a un 70 por ciento de sus adultos, informó el Times.
Pero, en gran parte del Sur, este punto de referencia está muy lejos.
En 15 estados, entre ellos Arkansas, ambas Carolinas, Georgia y Luisiana, alrededor de la mitad de los adultos o menos han recibido una dosis, según el Times. Dos estados, Alabama y Mississippi, tardarían alrededor de un año en administrar una dosis de la vacuna a un 70 por ciento de la población, al ritmo actual de vacunación.
Las autoridades de salud estatales siguen preocupadas de que sus residentes sean más susceptibles a la infección, a medida que las restricciones se relajan en todo el país, el sentido de urgencia de vacunarse se reduce, y muchos estadounidenses en los climas más cálidos se refugian bajo techo, donde el virus se propaga con una mayor eficiencia, observó el Times.
Si hay un repunte en verano en el Sur, los expertos creen que no será igual de grave que el verano pasado, porque al menos algunas personas están vacunadas, y los tratamientos han mejorado.
Las personas más jóvenes, que son menos propensas a estar vacunadas, serán las más vulnerables durante cualquier repunte en verano, advirtió al Times el Dr. Edward Trapido, epidemiólogo y decano asociado de investigación de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Estatal de Luisiana. Aunque la muerte o la enfermedad grave no son igual de comunes en los jóvenes con COVID-19, la posibilidad existe de cualquier forma, anotó.
Para evitar un repunte en verano, los estados de todo el Sur deben alcanzar a los del Noroeste, dijo al Times el Dr. Peter Hotez, experto en vacunas del Colegio de Medicina Baylor, en Houston.
“No estamos ni cerca a esto en los estados sureños”, declaró Hotez al periódico. Dijo que prevé una nueva ola en el Sur porque “no estamos logrando gran cosa en términos de la vacunación”.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre el nuevo coronavirus.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Washington Post; The New York Times
Learn MorePor qué un diagnóstico de COVID podría costarle bastante más dinero en 2021
MIÉRCOLES, 9 de junio de 2021 (HealthDay News) — La COVID-19 podría ser una experiencia mucho más cara para las personas que enfermen durante este año, debido al regreso de los deducibles y de los copagos, sugiere una investigación reciente.
La mayoría de las personas que enfermaron de gravedad por la COVID el año pasado no afrontaron facturas médicas abrumadoras, debido a que casi todas las compañías aseguradoras acordaron renunciar a los costos compartidos de la atención durante el apogeo de la pandemia, explicó el Dr. Kao-Ping Chu, investigador de políticas de la salud y pediatra de la Universidad de Michigan.
Pero algunas personas recibieron una factura elevada porque su compañía aseguradora rechazó renunciar a los costos compartidos, y sus deudas ofrecen una buena idea de lo que muchos pacientes hospitalizados por la COVID deberán abonar este año, dijo Chua.
“Algunas aseguradoras realmente importantes han abandonado sus exenciones de costos compartidos este año”, afirmó Chua. “Las aseguradoras parecen estar actuando como si la pandemia hubiera finalizado, y creemos que es prematuro que actúen de esa manera”.
Chua señaló que, hasta la semana pasada, unos 20,000 estadounidenses estaban hospitalizados por la COVID, a pesar de la continua disminución de los casos.
En este estudio, Chua y sus colaboradores revisaron los datos de las reclamaciones de múltiples aseguradoras en Estados Unidos, y buscaron en concreto a las personas que recibieron una factura completa de su hospitalización por la COVID.
Identificaron más de 4,000 hospitalizaciones entre marzo y septiembre de 2020 en las que no parecía que la compañía aseguradora hubiera renunciado a los costos compartidos. Estos pacientes tuvieron que pagar una parte de toda su atención, desde la habitación y la comida del hospital, hasta los médicos que los atendieron y los medicamentos que recibieron.
Los datos mostraron que las personas que no se beneficiaron de las exenciones de los costos compartidos terminaron desembolsando alrededor de 3,800 dólares en promedio si tenían un seguro privado, y un promedio de 1,500 dólares si estaban cubiertos por un plan de Medicare Advantage.
“Ahora que las aseguradoras están abandonando sus exenciones de costos compartidos, esto es lo que, más o menos, podrían ser las facturas de los pacientes que están cubiertos por los planes que han optado hacer esto”, añadió Chua.
En comparación, las infecciones respiratorias en el periodo anterior a la COVID, de 2016 a 2019, dieron como resultado un gasto promedio para las personas con seguros privados de 1,600 a 2,000 dólares, afirmaron los investigadores en las notas de respaldo.
Los hallazgos se publicaron en el servidor de preimpresión medRxiv, y todavía no han sido revisados por profesionales.
El costo del tratamiento de la COVID-19, “podría ser más elevado que las cantidades que se ven en este estudio, de hecho”, dijo Cheryl Fish-Parcham, directora de iniciativas de acceso de Families USA, una organización nacional no partidista de defensoría del consumidor de atención de la salud. “Además de los costos hospitalarios en sí, las personas pueden afrontar gastos cuando regresan a casa si tienen efectos de la COVID a largo plazo”.
El equipo de Chua también encontró que incluso los que se beneficiaron de algún tipo de exención de costos compartidos terminaron pagando parte de su atención hospitalaria.
Alrededor de siete de cada diez hospitalizaciones por la COVID dieron como resultado una factura de algún tipo para los pacientes con seguro privado, y lo mismo ocurrió en más o menos la mitad de las hospitalizaciones para las personas con una cobertura de Medicare Advantage.
Incluso si se renunciaba a los costos hospitalarios, las personas de cualquier forma recibían facturas de los médicos que les brindaron atención hospitalaria y de los servicios de ambulancia que los trasladaron al hospital, dijo Chua.
“Aunque las exenciones de costos compartidos de las aseguradoras cubrieron la mayor parte de las facturas, no cubrieron toda la atención hospitalaria relacionada con la COVID”, añadió Chua.
Estas personas afrontaron facturas de unos 800 dólares en promedio con un seguro privado, y de casi 300 dólares con Medicare Advantage.
Si bien la amenaza de una gran factura hospitalaria por la COVID podría incitar a vacunarse a algunas personas reacias, Chua afirmó que, “preferiría que esta no fuera la forma en que las personas se convencieran de vacunarse”.
Esto se debe a que le preocupa que el riesgo de que una gran factura hospitalaria impida que las personas reciban la atención médica que podría salvarles la vida.
“No deseo que la posibilidad de un alto costo compartido disuada a las personas de recibir la atención que necesitan”, dijo Chua.
Si las compañías aseguradoras continúan retractando las exenciones de costos compartidos, el gobierno federal de EE. UU. debe intervenir, concluyó Chua.
“Debería considerarse una orden federal que exija que las aseguradoras cubran todos los costos de las hospitalizaciones por la COVID a lo largo de la duración de la pandemia”, planteó Chua.
Fish-Parcham tiene la esperanza de que el gobierno federal también intervenga en el límite de los gastos de desembolso de toda la atención de la salud, sea para la COVID o no.
Mientras tanto, muchos estados ofrecen programas de asistencia al consumidor que ayudan a las personas a resolver problemas con las facturas entre el paciente y la aseguradora, señaló Fish-Parcham.
“Animamos a los consumidores a utilizar estos programas si existen en sus estados”, añadió Fish-Parcham.
El grupo de la industria de los seguros America’s Health Insurance Plans no respondió a una solicitud de comentario.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la COVID-19.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Kao-Ping Chua, MD, PhD, health policy researcher and pediatrician, University of Michigan, Ann Arbor; Cheryl Fish-Parcham, director, access initiatives, Families USA; medRxiv, May 30, 2021
Learn MoreSu microchip implantado podría ayudar a salvarlo de un ACV
MIÉRCOLES, 9 de junio de 2021 (HealthDay News) — Norman Mayer, de 86 años, tiene un chip de computadora dentro del pecho, y no le importa en los más mínimo.
Los médicos implantaron un minúsculo chip monitor cardiaco en el pecho de Mayer después de que sufriera un mini accidente cerebrovascular (ACV) a finales de 2015, para monitorizar su latido cardiaco y, potencialmente, detectar un ritmo cardiaco irregular llamado fibrilación auricular (FA).
“Ni siquiera noto que lo tengo”, aseguró Mayer, el alcalde actual de la comunidad de Camrose en Alberta, Canadá, durante los últimos 32 años. “No molesta. Está ahí, es parte de la vida”.
Pero, gracias al chip, los médicos pueden monitorizar mejor los latidos cardiacos de Mayer, y ajustar su medicamento para evitar que sufra otro ACV, señaló.
Mayer participó en uno de dos nuevos ensayos clínicos que muestran que los chips monitores cardiacos implantables son mucho más efectivos para la detección de los ritmos cardiacos irregulares que los dispositivos externos, que ahora se recetan de forma más común, tras un accidente cerebrovascular.
Un ensayo mostró que al monitor implantado detectó tres veces más fibrilación auricular que un dispositivo externo que los pacientes deben llevar encima, y en el otro ensayo, detectó seis veces más fibrilación auricular.
Los resultados representan “un aumento dramático en la frecuencia con que detectamos la fibrilación auricular”, aseguró el Dr. Brian Buck, investigador principal de uno de los ensayos clínicos y neurólogo del ACV de la Universidad de Alberta.
La fibrilación auricular aumenta el riesgo de ACV de una persona de cuatro a cinco veces, y al menos uno de cada siete ACV es provocado por el ritmo cardiaco irregular, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
El latido cardiaco descontrolado hace que la sangre se acumule y coagule en las cámaras superiores del corazón. Si un coágulo llega al cerebro, provoca un ACV.
“Sabemos que la FA es una afección de alto riesgo para un ACV”, comentó la Dra. Dawn Kleindorfer, catedrática de neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan. “Sabemos que tratar la FA con anticoagulación reduce el riesgo en casi un 80 por ciento”.
El problema es que la fibrilación auricular se parece mucho al ruido que hace un coche: no se puede contar con que el ruido ocurra cuando un mecánico revisa el coche.
Buck explicó que “la alteración del ritmo puede presentarse un par de minutos en un mes, y no volver a aparecer hasta varios meses más tarde, y quizá solo esté durante unas horas y vuelva a desaparecer”.
Usualmente, las víctimas de ACV reciben un monitor portátil más o menos del tamaño de un mazo de cartas, que deben llevar encima durante 30 días, anotó. Se ponen en el pecho unos electrodos pegajosos que están conectados al monitor, que registra su ritmo cardiaco de forma constante.
Pero un mes de monitorización usualmente no es suficiente, y para los pacientes el monitor externo es muy molesto, apuntó Buck.
“En realidad odian llevar encima el registrador de bucles”, dijo Buck. “Llevar encima una caja externa durante treinta días es de verdad difícil. Tiene un impacto importante en la capacidad de hacer ejercicio, trabajar y este tipo de cosas”.
Entonces, dos equipos de investigación distintos decidieron evaluar si un dispositivo implantable funcionaría mejor para rastrear los ritmos cardiacos. El implante puede rastrear el ritmo cardiaco durante hasta tres años, y no produce ninguna molestia para los pacientes.
Mayers aseguró que implantar el dispositivo es muy fácil.
“No es nada del otro mundo”, apuntó Mayer. “Fui una mañana, y simplemente te cortan un trozo con un cuchillito afilado, te meten una cosa en el pecho, te ponen una curita y te dicen que te vayas a casa”.
Una estación de monitorización que se mantiene en una encimera enviaba los datos capturados por el chip de Mayer al hospital, donde los neurólogos los analizaban buscando señales de fibrilación auricular.
“Nunca me llamaron porque estuviera fluctuando, pero sí he tenido unas conversaciones bastante regulares con la chica encargada”, dijo Mayers. “Podían monitorizar distintos picos a distintas horas del día, dependiendo de mis actividades o lo que fuera. Entonces, lo usaban para ajustar mis medicamentos, los anticoagulantes y los antihipertensivos”.
El equipo de Buck encontró que los médicos pudieron detectar señales de FA en un 15 por ciento de los pacientes con el implante, frente a un 5 por ciento con el monitor externo, en 300 personas que habían sufrido un ACV hacía poco.
El otro equipo, dirigido por el Dr. Richard Bernstein de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste en Chicago, tuvo unos resultados incluso mejores.
El chip detectó la fibrilación auricular en un 12 por ciento de los pacientes, en comparación con un 2 por ciento detectado por la monitorización cardiaca externa, en casi 500 víctimas de ACV recientes.
Los chips implantables están aprobados para su uso en Estados Unidos y Canadá, pero todavía se enfrentan a obstáculos, según los expertos.
En Canadá, el sistema nacional de atención de la salud requiere que se pruebe que un dispositivo es rentable antes de pagar por él, dijo Buck.
El implante cuesta más de 5,000 dólares por paciente, en comparación con unos 1,000 dólares por el monitor externo, observaron los investigadores en las notas de respaldo.
“Antes de que nuestro sistema de atención de la salud esté dispuesto a pagar un dispositivo que cuesta varios miles de dólares, debemos mostrar que es rentable”, apuntó Buck. “No solo que detecta la fibrilación auricular, sino que en realidad reduce las tasas de ACV y mejora la calidad de vida de los pacientes, y que beneficia al sistema de salud en general”.
Lo mismo sucede con las compañías de seguros en Estados Unidos, que con frecuencia se muestran renuentes tanto por el costo del dispositivo como por el costo de los cardiólogos que deben analizar los datos buscando señales de FA, aclaró Kleindorfer.
“En algún lugar, un cardiólogo debe leerlos una y otra vez”, dijo Kleindorfer. “Las desventajas son más en cuanto al seguro y financieras, pero para mí está claro que se encuentra más FA con el monitor implantable que con el externo”.
Ninguno de los dos ensayos clínicos tuvo el tamaño suficiente para mostrar que los dispositivos en realidad previnieran ACV, anotaron Kleindorfer y Buck. Se necesita más investigación para probar que los implantes pueden proteger mejor a las personas del ACV.
Pero las evidencias actuales tienen la potencia suficiente para que la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) recomiende la monitorización de la FA en sus directrices recién actualizadas sobre la prevención secundaria del ACV, aseguró Kleindorfer, que fue autora principal de las directrices.
“En mi mente, como profesional clínica, por supuesto que me gustaría contar con un monitor implantable en lugar del externo, porque encuentro más FA y les administró más anticoagulantes, lo que debería reducir su riesgo de ACV”, añadió Kleindorfer.
Ambos ensayos clínicos se publicaron en una edición reciente de la revista Journal of the American Medical Association.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre la fibrilación auricular.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Brian Buck, MD, PhD, stroke neurologist, University of Alberta, Canada; Dawn Kleindorfer, MD, chair, neurology, University of Michigan Medical School, Ann Arbor; Norman Mayer, 86, Camrose, Alberta, Canada; Journal of the American Medical Association, June 1, 2021
Learn MoreUna dieta de ‘origen vegetal’ o baja en grasa: ¿Cuál es mejor para el corazón
MIÉRCOLES, 9 de junio de 2021 (HealthDay News) — ¿Espera comer mejor para mejorar la salud del corazón?
Las dietas ricas en alimentos de origen vegetal superan a los regímenes de alimentación bajos en grasa para reducir el riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular (ACV), encuentra un estudio reciente.
Hace mucho que se considera que la grasa saturada, del tipo que se encuentra sobre todo en los productos de origen animal, es la enemiga del corazón, dado que puede aumentar el colesterol “malo” LDL.
En el nuevo estudio, que dio seguimiento a más de 5,100 estadounidenses, los investigadores encontraron que las personas con unas dietas bajas en grasas saturadas de hecho sí tenían unos mejores niveles de LDL.
Pero esto no se tradujo en un riesgo más bajo de enfermedad cardiaca o ACV, encontró el estudio.
Por otra parte, las personas que consumían muchos alimentos de origen vegetal (verduras, frutas, granos integrales, frijoles y frutos secos) sí tenían unos riesgos más bajos de problemas cardiovasculares.
Los expertos señalaron que los hallazgos no significan que el colesterol LDL o la grasa saturada carezcan de importancia. Las personas que comen muchos alimentos de origen vegetal también tienden a tener un LDL más bajo, y con frecuencia sus dietas son bastante bajas en grasa saturada, debido a la limitación de la carne y los lácteos.
Pero enfocarse en la grasa saturada puede “pasar por alto muchos aspectos de la calidad de la dieta”, señaló la autora del estudio, Yuni Choi, miembro postdoctoral de la Universidad de Minnesota.
En su lugar, planteó, es probable que un método más “holístico” para la alimentación sea mejor para la salud del corazón.
Choi presentará los hallazgos en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición (American Society for Nutrition), que se celebrará en línea esta semana. Los estudios presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
Los resultados provienen de un largo estudio sobre la salud del corazón, que comenzó a reclutar a adultos jóvenes de EE. UU. en la década de los 1980. A lo largo de 32 años, 135 participantes desarrollaron enfermedad de la arteria coronaria, en que se acumulan “placas” en las arterias que ralentizan el flujo sanguíneo al corazón. Otros 92 sufrieron un ACV.
Choi y sus colaboradores evaluaron los antecedentes dietéticos de todos los participantes del estudio, y les asignaron unas “puntuaciones” basadas en cuántos alimentos de origen vegetal y cuánta grasa saturada comían típicamente.
En general, tanto los aficionados a las verduras como los que evitaban la grasa saturada tenían un LDL más bajo. Pero solo las dietas ricas en alimentos de origen vegetal se vincularon con unos riesgos más bajos de enfermedad cardiaca y ACV.
Por cada aumento incremental en esas puntuaciones, el riesgo de enfermedad cardiaca se redujo en un 19 por ciento, en promedio. El riesgo de ACV, por otro lado, se redujo en un 29 por ciento.
Esto fue tras tomar en cuenta factores como el tabaquismo, el peso corporal, y los niveles de ingresos y educativos.
“De origen vegetal” no tiene que implicar convertirse en vegetariano o vegano, lo que podría ser una buena noticia para los amantes de las hamburguesas.
Intente llenar del 70 al 80 por ciento de su plato con verduras, frijoles, granos integrales y cosas parecidas, aconsejó el investigador sénior, David Jacobs, profesor de salud pública de la Universidad de Minnesota.
Es importante comer esos alimentos “de forma cercana a la manera en que se cultivan”, apuntó Jacobs, en lugar de comprar las versiones muy procesadas. La variedad también es clave.
“El plato debe ser colorido y hermoso”, dijo Jacobs.
El Dr. Andrew Freeman, un cardiólogo que no participó en el estudio, se mostró de acuerdo en que una dieta “basada sobre todo en alimentos de origen vegetal” es el camino hacia la salud cardiaca.
“Los productos de origen animal no deben ser parte de cada comida”, apuntó Freeman, director de prevención y bienestar cardiovasculares de National Jewish Health, en Denver.
Más bien, anima a los pacientes a consumir una amplia variedad de alimentos de origen vegetal, en su “forma natural”.
“Coma aguacate en lugar de aceite de aguacate”, aclaró Freeman.
Advirtió que el nuevo estudio no significa que la grasa saturada no tenga significado. Y si las personas se enfocan en construir una dieta centrada en los alimentos de origen vegetal, es probable que consuman unas cantidades bastante bajas de la grasa.
¿Por qué las dietas ricas en alimentos de origen vegetal son tan buenas para el corazón? No se trata de un solo ingrediente mágico, apuntaron los investigadores.
Esas dietas, en general, son ricas en fibra, grasa insaturada y una variedad de vitaminas y minerales, pero la explicación podría ir más allá de estos nutrientes, según Jacobs.
A diferencia de los animales, apuntó, las plantas presentan una variedad de compuestos que generan ellas mismas que las protegen del ambiente. Y estos supuestos compuestos bioactivos podrían ser beneficiosos para los humanos que los comen.
Choi dijo que los investigadores también quieren estudiar las formas en que las distintas dietas afectan al microbioma intestinal, que es la gran colección de bacterias y otros microbios que viven en los intestinos y que realizan numerosas funciones vitales.
Es posible, señaló, que las dietas basadas en alimentos de origen vegetal beneficien al corazón, en parte, mediante los beneficios en el microbioma intestinal.
Más Información
La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) ofrece más información sobre las dietas de origen vegetal.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: David Jacobs, PhD, professor, public health, University of Minnesota School of Public Health, Minneapolis; Yuni Choi, PhD, postdoctoral fellow, department of food science and nutrition, University of Minnesota; Andrew Freeman, MD, director, cardiovascular prevention and wellness, and associate professor, National Jewish Health, Denver; American Society for Nutrition annual meeting, presentation, June 7-10, 2021, online
Learn MoreVinculan la vacuna contra la COVID de AstraZeneca con unos casos raros de plaquetas bajas en la sangre
MIÉRCOLES, 9 de junio de 2021 (HealthDay News) — La vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca podría estar vinculada con unos casos raros de niveles bajos de plaquetas en la sangre, sugiere un estudio reciente.
Las plaquetas son unas células de la sangre que ayudan a prevenir la pérdida sanguínea cuando los vasos sanguíneos se lesionan. Unos niveles bajos de plaquetas tal vez no provoquen síntomas, pero pueden conducir a un aumento en el riesgo de sangrado o coagulación.
Los investigadores analizaron los datos de 5.4 millones de personas en Escocia, entre ellas 2.5 millones que habían recibido la primera dosis de una vacuna contra la COVID-19.
Encontraron que las personas que recibieron la vacuna de AstraZeneca tuvieron un aumento muy pequeño en el riesgo de una afección llamada púrpura trombocitopénica idiopática (PTI), que se caracteriza por unos conteos bajos de plaquetas.
El riesgo estimado fue de 11 por un millón de dosis, similar a las tasas con las vacunas contra la hepatitis B, la gripe y la SPR, que varían entre 10 y 30 casos de PTI por un millón de dosis.
Los que tenían el mayor riesgo tendían a ser mayores (con una mediana de edad de 69 años) y a tener al menos un problema de salud crónico subyacente, como enfermedad cardiaca, diabetes o enfermedad renal crónica, encontró el estudio.
Los investigadores encontraron un ligero aumento en la PTI en la segunda semana tras la vacunación con el régimen de AstraZeneca, junto con un posible pequeño aumento en el riesgo de eventos de coagulación y sangrado en las arterias.
El uso de la vacuna de AstraZeneca no se ha aprobado en Estados Unidos. No hubo ninguna evidencia de un aumento en el riesgo de PTI, coagulación o sangrado con la vacuna de Pfizer-BioNTech. El estudio no incluyó ninguna otra vacuna contra la COVID-19, y se publicó en la edición en línea del 9 de junio de la revista Nature Medicine.
El aumento en el riesgo de PTI asociado con la vacuna de AstraZeneca es más bajo que el riesgo de PTI provocado por la COVID-19, anotaron los investigadores.
“Este cuidadoso análisis del programa de vacunación de todo un país, que implicó el estudio de más de 2.5 millones de primeras dosis de vacunas, encontró un pequeño aumento en el riesgo de PTI, eventos de coagulación y sangrado tras la vacuna de Oxford-AstraZeneca”, comentó el coautor del estudio Aziz Sheikh, director del Instituto Usher de la Universidad de Edimburgo.
“Este riesgo tan pequeño es importante, pero se debe considerar en el contexto de los beneficios muy claros de las vacunas, y potencialmente unos riesgos más altos de estos resultados entre los que desarrollan COVID-19”, añadió Sheikh en un comunicado de prensa de la universidad.
“Algo tranquilizador es que no identificamos ningún aumento general en el riesgo de PTI, eventos de coagulación y sangrado entre los que recibieron la vacuna de ARNm de Pfizer-BioNTech. Ahora, planificamos actualizar nuestro análisis, dado que el programa de vacunación se está ampliando a individuos más jóvenes y sanos, y hay vacunas nuevas disponibles”, añadió el autor principal del estudio, Colin Simpson, profesor de la Universidad de Victoria en Wellington, Nueva Zelanda.
Más información
Los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. ofrecen más información sobre la PTI.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: University of Edinburgh, news release, June 9, 2021
Learn MoreHello world!
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Learn MoreSteps to Overcoming Teenage Anger
- You’ve been feeling low or irritable for most of the day, every day for two weeks or more. You might have found yourself worrying about past or future events for long periods of time, or simply feeling sad, cross or tearful. Sometimes it’s hard to recognize a gradual change – have others noticed that you don’t seem your usual self?
- You’ve lost interest in activities that you used to enjoy. Perhaps you have been seeing less of your friends or family recently, have stopped going to the gym, or cooking balanced meals. This is really about recognizing changes in what’s normal for you – no one is saying you have to exercise five times a week or eat your greens, but changes in your routine can offer concrete indications that your mood is changing.
- You are struggling to concentrate. You might notice that you struggle to focus when reading or watching television, for example, or to follow the thread of a spoken conversation. This could be affecting your performance at work, or limiting your ability to perform routine tasks such as food shopping. Again, we are looking for a change in what’s normal for you, so if concentration has always been something you find tricky there is little cause for concern.
In three words I can sum up everything I’ve learned about life: it goes on.
– Robert Frost
Am I Depressed? 6 Signs You Should Know About
- You’ve been feeling low or irritable for most of the day, every day for two weeks or more. You might have found yourself worrying about past or future events for long periods of time, or simply feeling sad, cross or tearful. Sometimes it’s hard to recognize a gradual change – have others noticed that you don’t seem your usual self?
- You’ve lost interest in activities that you used to enjoy. Perhaps you have been seeing less of your friends or family recently, have stopped going to the gym, or cooking balanced meals. This is really about recognizing changes in what’s normal for you – no one is saying you have to exercise five times a week or eat your greens, but changes in your routine can offer concrete indications that your mood is changing.
- You are struggling to concentrate. You might notice that you struggle to focus when reading or watching television, for example, or to follow the thread of a spoken conversation. This could be affecting your performance at work, or limiting your ability to perform routine tasks such as food shopping. Again, we are looking for a change in what’s normal for you, so if concentration has always been something you find tricky there is little cause for concern.
In three words I can sum up everything I’ve learned about life: it goes on.
– Robert Frost
How to Talk About Your Mental Health
- You’ve been feeling low or irritable for most of the day, every day for two weeks or more. You might have found yourself worrying about past or future events for long periods of time, or simply feeling sad, cross or tearful. Sometimes it’s hard to recognize a gradual change – have others noticed that you don’t seem your usual self?
- You’ve lost interest in activities that you used to enjoy. Perhaps you have been seeing less of your friends or family recently, have stopped going to the gym, or cooking balanced meals. This is really about recognizing changes in what’s normal for you – no one is saying you have to exercise five times a week or eat your greens, but changes in your routine can offer concrete indications that your mood is changing.
- You are struggling to concentrate. You might notice that you struggle to focus when reading or watching television, for example, or to follow the thread of a spoken conversation. This could be affecting your performance at work, or limiting your ability to perform routine tasks such as food shopping. Again, we are looking for a change in what’s normal for you, so if concentration has always been something you find tricky there is little cause for concern.
In three words I can sum up everything I’ve learned about life: it goes on.
– Robert Frost