El ejercicio regular podría protegerle de una COVID grave
MARTES, 23 de agosto de 2022 (HealthDay News) -- ¿Busca un nuevo motivo para hacer ejercicio?
Este es uno bueno: el ejercicio regular parece reducir de forma significativa el riesgo de contraer COVID-19, encontró una gran revisión de la investigación internacional.
Y si se contagia de COVID, encontró el estudio, el ejercicio moderado o intenso de rutina reduce de manera dramática las probabilidades de una enfermedad grave, hospitalización o muerte.
"Hay evidencias de que una actividad física regular podría contribuir a una respuesta inmunitaria más efectiva, lo que provee una mejor inmunidad protectora contra las infecciones, lo que podría explicar la relación entre la constancia del ejercicio y la infección con la COVID-19", señaló el autor del estudio, Antonio García Hermoso, investigador sénior de Navarrabiomed y la Universidad Pública de Navarra, en Pamplona, España.
El vínculo aparente entre la actividad regular y la reducción en el riesgo de COVID surge tras una profunda exploración de 16 estudios realizados en todo el mundo entre 2019 y 2022. En total, incluyeron a más de 1.8 millones de hombres y mujeres, con una edad promedio de 53 años. La mayoría se realizaron en Reino Unido, Canadá, Corea del Sur, Irán, España, Brasil, Palestina, Sudáfrica y Suecia.
Los investigadores observaron que los participantes que reportaron que eran activos rutinariamente tenían (en promedio) un 11 por ciento menos de probabilidades que los participantes inactivos de infectarse con el SARS-CoV-2, el virus que causa COVID.
Y entre los que enfermaron, la actividad regular se vinculó con un riesgo un 36 por ciento más bajo de hospitalización. El ejercicio de rutina también se asoció con un riesgo un 34 por ciento más bajo de una enfermedad grave, y un riesgo un 43 por ciento más bajo de morir.
En cuanto a qué tanto ejercicio conllevaba el mayor beneficio, los investigadores encontraron que unas 2 horas y 20 minutos de ejercicio de intensidad moderada cada semana, o 1 hora y 15 minutos de ejercicio vigoroso, ofrecían la protección más amplia contra el virus.
Los investigadores ofrecieron sus hallazgos con una nota de precaución: la realización de los estudios revisados difirió. Ninguno evaluó el potencial de probar distintos regímenes de ejercicio, y más bien dependieron de observaciones de los hábitos usuales de los participantes. Además, todos los estudios se realizaron antes de que surgieran las variantes ómicron, que son altamente contagiosas, y que ahora son comunes.
Aun así, anotaron los investigadores, es probable que el ejercicio sea útil por varios motivos. Apuntaron a la capacidad del ejercicio de reducir la inflamación y el estrés, al mismo tiempo que mejora la salud cardiaca y la inmunidad. Además, señaló García Hermoso, la actividad de rutina también puede reducir "unos factores de riesgo conocidos de un peor pronóstico de la COVID-19, como la obesidad o la hipertensión".
Por todos estos motivos, los hallazgos tienen mucho sentido, afirmó el Dr. Armeen Poor, médico encargado de medicina de atención pulmonar crítica del Centro del Hospital Metropolitano, en la ciudad de Nueva York.
"Sabemos que el ejercicio regular tiene una amplia variedad de beneficios que pueden proteger de incontables formas, lo que incluye, sin limitarse a, el bienestar neurológico, cardiovascular, respiratorio, digestivo y psiquiátrico", aseguró Poor, que revisó los hallazgos.
"Y con este beneficio, las personas que hacen ejercicio con regularidad sin duda reducirán las probabilidades de estar en las categorías de riesgo más alto, que sabemos que son más propensas a sufrir resultados adversos de una COVID-19 grave", añadió.
Poor también señaló a la "fuerte conexión entre el ejercicio regular y la obesidad", y que la obesidad pone a los pacientes en un mayor riesgo de unos peores resultados con la COVID-19.
"El tejido adiposo (la grasa) tienen propiedades inflamatorias, así que reducirla mediante el ejercicio regular puede hacer mucho por ayudar a las personas a sentirse mejor y a prevenir una enfermedad significativa", dijo.
Poor apuntó que las personas que hacen ejercicio con regularidad "quizá también tengan un historial más saludable y practiquen otros hábitos más saludables, que es probable que resulten protectores, lo que podría estar afectando a los resultados de estos datos".
Pero, en general, afirmó, las conclusiones podrían ser las previstas.
"No debería sorprendernos que la actividad física de rutina pueda ayudarnos a sentirnos y a vivir mejor", enfatizó Poor.
Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 22 de agosto de la revista British Journal of Sports Medicine.
Más información
Aprenda más sobre la actividad física y la COVID-19 en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Antonio Garcia-Hermoso, PhD, senior researcher, Navarrabiomed, Universidad Pública de Navarra, Pamplona, Spain; Armeen Poor, MD, assistant professor, medicine, New York Medical College, and attending physician, pulmonary critical care, Metropolitan Hospital Center, New York City; British Journal of Sports Medicine, Aug. 22, 2022
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