Los pacientes negros e hispanos son menos propensos a recibir una atención esencial tras un ataque cardiaco
MARTES, 2 de agosto de 2022 (HealthDay News) -- Cuando sufren un ataque cardiaco, los pacientes negros e hispanos de Estados Unidos reciben una atención mediocre, en comparación con los pacientes blancos, revela una nueva investigación.
El estudio de más de 87,000 pacientes de ataque cardiaco que tenían seguro encontró que las personas negras e hispanas eran menos propensas a someterse a una angioplastia y a recibir un dilatador (stent), unos procedimientos de uso común para evaluar y tratar los bloqueos de la arteria coronaria.
"Como proveedores, debemos ser conscientes de nuestros sesgos y tratar a los pacientes para garantizar una igualdad de salud para todos. Se debe realizar más trabajo respecto a las disparidades raciales y étnicas en la gestión de la enfermedad cardiaca", señaló la investigadora principal, la Dra. Tarryn Tertulien, residente de medicina interna del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh.
Estas disparidades existen por muchos motivos, apuntó Tertulien. "Estos incluyen, pero no se limitan a, el racismo institucional, los sesgos personales, la falta de acceso a la atención e incluso el miedo al sistema médico en el contexto de experiencias anteriores de discriminación", apuntó.
Los determinantes sociales (como los ingresos, el nivel educativo y la raza) también son factores importantes de la salud general, pero los pacientes negros con los mismos ingresos que los pacientes blancos seguían recibiendo una peor atención, según Tertulien. "La raza es un constructo social, y se ha mostrado que se asocia con la intervención coronaria, de manera independiente del estatus socioeconómico", añadió.
El estudio observó datos de personas que sufrieron un ataque cardiaco de 2017 y 2019. Su edad promedio era de 74 años. Se incluyeron pacientes asiáticos, negros, hispanos y blancos con seguro.
Los investigadores encontraron que los pacientes negros tenían un 7 por ciento menos de probabilidades de someterse a una angiografía coronaria y un 14 por ciento menos de probabilidades de recibir una angioplastia que los pacientes blancos. Los hispanos tenían un 12 por ciento menos de probabilidades de recibir un angiograma, y un 15 por ciento menos de probabilidades de recibir una angioplastia que los pacientes blancos.
No se observó una diferencia significativa entre los pacientes blancos y los asiáticos en ninguno de los dos procedimientos. Aunque todos los pacientes tenían planes de seguro privado o de Medicare Advantage, los pacientes más pobres fueron menos propensos a recibir un angiograma o un dilatador para mantener abierta una arteria bloqueada que los pacientes más ricos, anotaron los investigadores.
No administrar estos tratamientos puede tener graves consecuencias, advirtió Tertulien.
"La angiografía coronaria y los dilatadores son procedimientos que salvan vidas, que son el estándar de la atención", apuntó.
Sin una intervención adecuada y oportuna, un ataque cardiaco sin tratar puede resultar en unos ritmos eléctricos irregulares graves del corazón, la insuficiencia cardiaca e incluso la muerte, apuntó Tertulien.
Superar las disparidades raciales en la atención cardiaca es posible, anotó.
"El primer paso es reconocer que las disparidades raciales persisten en la gestión del ataque cardiaco. En segundo lugar, debemos reconocer que todos tenemos sesgos personales. Por último, los legisladores deben incentivar los sistemas de atención de la salud para que creen un sistema más equitativo", añadió Tertulien.
El Dr. Robert Roswell es codirector de la unidad de cuidados intensivos cardiacos del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Comentó que hace muchos años que las personas han sido conscientes de las disparidades en la atención de la salud entre los pacientes negros y los blancos en Estados Unidos.
"Pienso que la base de este estudio era ver si la concienciación sobre estas disparidades nos ha llevado hacia la igualdad de salud, y si estas disparidades desaparecerían. Los resultados del estudio muestran que no lo han hecho", indicó.
Roswell dijo que la segregación residencial fomenta muchas de estas disparidades. Los pacientes negros con frecuencia tienen que acudir a hospitales que no ofrecen la atención de la mayor calidad, anotó.
"Observamos las consecuencias posteriores de lo que sucede con la estructura y las políticas, y la práctica de cómo funciona nuestro país", observó. "La sociedad debe cambiar estructuralmente en términos de la educación y el acceso, y los recursos deben cambiar. Además, la conformación demográfica de la medicina debe cambiar".
Roswell cree que tener más médicos negros es una forma de reducir el prejuicio. Si los pacientes blancos ven más médicos negros, esto podría calmar sus sesgos, y los pacientes negros quizá sientan más confianza en el sistema médico, anotó.
"Pienso que si la fuerza laboral médica es más diversa, las desigualdades de salud también comenzarán a reducirse", añadió Roswell.
El informe se publicó en una edición reciente en línea de la revista Journal of the American Heart Association.
Más información
Aprenda más sobre las disparidades raciales en la atención médica en la Century Foundation.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Tarryn Tertulien, MD, internal medicine resident, University of Pittsburgh Medical Center; Robert Roswell, MD, co-director, cardiac intensive care unit, Lenox Hill Hospital, New York City; Journal of the American Heart Association, June 14, 2022, online
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