Así es como la COVID-19 puede afectar a la boca
MIÉRCOLES, 8 de septiembre de 2021 (HealthDay News) -- La pérdida o la alteración del sentido del gusto, la boca reseca y las llagas son comunes entre los pacientes con COVID-19, y esos síntomas podrían durar mucho tiempo después de que los demás desaparezcan, informan unos investigadores brasileños.
Casi 4 de cada 10 pacientes con COVID experimentan daños en el gusto o una pérdida total del gusto, pero la resequedad bucal afecta a incluso más, a hasta un 43 por ciento, según su amplia revisión de más de 180 estudios publicados.
Observó los síntomas orales de casi 65,000 pacientes con COVID de todo el mundo, con ciertos resultados predecibles, pero también algunos sorprendentes.
"Respecto a los pacientes con COVID-19 en específico, el mensaje importante es que mantengan unos hábitos saludables de salud oral durante la enfermedad si pueden hacerlo", aconsejó el Dr. Edmond Hewlett, un vocero de la Asociación Dental Americana (American Dental Association) que revisó los hallazgos. "La resequedad bucal aumenta de forma significativa el riesgo de caries, de forma que cepillarse dos veces al día con una pasta dental con fluoruro, usar hilo dental una vez al día, limitar los refrigerios, y evitar los alimentos y bebidas con azúcar son las mejores formas de mantener la salud oral".
La mayoría de las personas ya saben que la pérdida del gusto y del olfato son síntomas clave de la infección con el virus SARS-CoV-2. Pero la revisión de la investigación de un equipo dirigido por el investigador E.N.S. Guerra, de la Universidad de Brasilia, identificó un número de variaciones del tema.
Las personas con COVID pueden tener una reducción en el sentido del gusto (hipogeusia); una distorsión en el sentido del gusto, en que todo tiene un sabor dulce, agrio, amargo o metálico (disgeusia); o, una pérdida completa del gusto (ageusia), según el estudio.
Por motivos que siguen sin estar claros, los investigadores encontraron que estas complicaciones parecían ser más comunes entre los pacientes europeos con COVID, y que afectaban a alrededor de la mitad. En comparación, un tercio de los pacientes estadounidenses con COVID y una cuarta parte de los pacientes latinoamericanos reportaron lo mismo.
Algunos pacientes con COVID también reportaron lesiones en o debajo de la lengua, o alrededor de las encías y los costados de la boca, encontró el estudio.
Hewlett señaló que estas complicaciones no son exclusivas de la COVID, y que no les suceden a todo el mundo. Añadió que no está claro por qué algunos desarrollan problemas orales y otros no, pero incluso una infección leve podría implicar cierto grado de alteración oral, dijo.
Y Hewlett añadió que aunque no está claro cuánto tiempo podrían persistir los síntomas orales, parece que pueden formar parte de una constelación de síntomas conocida como "COVID prolongada". El término se refiere a los pacientes que continúan teniendo dificultades con los problemas de salud relacionados con la COVID meses después de recuperarse de mucho de sus síntomas iniciales.
Ya habían surgido problemas de la salud oral durante la pandemia, ya que muchos pacientes han pospuesto sus revisiones de rutina.
Hewlett señaló que incluso los que no han sido afectados por problemas relacionados con la COVID deben recordar que mantener una buena salud oral es clave para la salud general. Esto quiere decir que no permita que el miedo a la COVID conduzca a descuidar su atención dental.
"Se ha demostrado que ir al dentista es muy seguro desde la perspectiva del riesgo de infección con la COVID-19", aseguró.
El Dr. Shervin Molayem, un periodoncista y cirujano de implantes que también es director del Instituto de Investigación de la Boca y el Cuerpo de Los Ángeles, se hizo eco de este consejo.
"Las personas todavía no han ido al consultorio dental, aunque ya ha pasado un año" desde principios de la pandemia, lamentó.
"Han descuidado su rutina dental", añadió. Y el resultado, advirtió, ha sido un aumento en el sangrado de las encías, la enfermedad periodontal, y los efectos nocivos de rechinar los dientes.
"Es probable que la causa de rechinar los dientes de noche sea el estrés secundario de la enfermedad en sí", planteó Molayem. Esto significa que el estrés relacionado con la COVID tiene el potencial de provocar dolor de la mandíbula (TAT), además de dientes rotos y fracturados.
Su moraleja es que, con o sin la pandemia, hay que hacer que la atención dental sea una prioridad.
La revisión de la investigación se publicó en una edición reciente de la revista Journal of Dental Research.
Más información
Aprenda más sobre la COVID-19 y la salud dental en la Asociación Dental Americana.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: Edmond Hewlett, DDS, spokesman, American Dental Association, and professor and and associate dean, equity, diversity and inclusion, School of Dentistry, University of California, Los Angeles; Shervin Molayem, DDS, periodontist and implant surgeon, Beverly Hills, Calif., director, Mouth Body Research Institute, Los Angeles; Journal of Dental Research, July 29, 2021
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