El riesgo más alto de ACV para los pacientes mayores con COVID se presenta poco después del diagnóstico
JUEVES, 3 de febrero de 2022 (HealthDay News) -- El accidente cerebrovascular (ACV) es una complicación posible de la COVID-19, y los investigadores afirman que ahora saben en qué momento se presenta el mayor riesgo.
Un nuevo estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. encontró que el riesgo de un ACV isquémico relacionado con la COVID parece encontrarse en su máximo nivel en los primeros tres días tras el diagnóstico del virus. No solo es más alto, sino que es 10 veces mayor que durante el periodo anterior a que la persona contraiga la COVID.
"Los hallazgos de nuestro estudio, en particular el sustancial riesgo alto de ACV en los primeros días de la COVID-19, son coherentes con los hallazgos de otros estudios", señaló el coautor del estudio, Quanhe Yang, científico sénior de los CDC.
"Cada vez más evidencias sugieren que un ACV tras un diagnóstico de COVID-19 es una complicación posible de la COVID-19 que los pacientes y los profesionales clínicos deben comprender. La vacunación y otras medidas preventivas para la COVID-19 son importantes para reducir el riesgo de infección y complicaciones, incluso el ACV", añadió Yang.
El accidente cerebrovascular es la quinta principal causa de muerte en Estados Unidos. El ACV isquémico, provocado por un bloqueo en un vaso sanguíneo, es el tipo más común.
Aunque los estudios anteriores han sido inconsistentes en sus hallazgos sobre el riesgo de ACV entre los adultos con COVID-19, pocos se han enfocado en los adultos mayores, que tienden a tener un riesgo más alto de ACV.
En este estudio, los investigadores utilizaron los expedientes de salud de más de 37,300 beneficiarios de Medicare de EE. UU. de a partir de 65 años. Les habían diagnosticado COVID-19 entre el 1 de abril de 2020 y el 28 de febrero de 2021, antes de que la mayoría de las personas tuvieran la oportunidad de vacunarse.
Los datos incluyeron a los pacientes hospitalizados por un ACV antes de la pandemia en 2019 y hasta febrero de 2021. El equipo de Yang comparó el riesgo de ACV en los días justo antes y después de un diagnóstico de COVID-19 con el riesgo durante los otros días del estudio, es decir, entre siete días antes del diagnóstico de COVID y 28 días después del diagnóstico.
El riesgo 10 veces más alto de los tres primeros días se redujo con rapidez. Entre los cuatro y los siete días, el riesgo era un 60 por ciento más alto que en el periodo de control, y en los días ocho a 14, había bajado hasta ser un 44 por ciento más alto. Entre los 15 y los 28 días tras el diagnóstico, era apenas un 9 por ciento más alto, informaron los investigadores.
"Esto provee cierta tranquilidad respecto a que el riesgo temprano sí se reduce con el tiempo", comentó la Dra. Louise McCullough, catedrática de neurología de UT Health Houston, y jefa de neurología del Hospital Conmemorativo Hermann, en Houston.
El riesgo de ACV fue más alto en un subconjunto de personas de este estudio con una edad más baja, que tenían entre 65 y 74 años, en comparación con a partir de los 85 años. Se necesita más investigación para comprender el motivo.
Las infecciones bacterianas y virales, desde la gripe hasta la culebrilla, pueden aumentar el riesgo de ACV de una persona de forma temporal poco después de la exposición, apuntó Yang.
Es probable que el aumento en el riesgo asociado con las infecciones en general se deba a la inflamación, que podría provocar un riesgo más alto de coagulación o trombosis, observó McCullough, que no participó en el estudio.
"Hace tiempo que sabemos esto respecto a las infecciones. La pregunta es si hay un riesgo desproporcionado debido a la COVID, o si solo se debe a que estos pacientes están muy enfermos y hospitalizados", dijo McCullough.
El riesgo de ACV podría reducirse después de estos primeros días porque las infecciones de los pacientes se están controlando, están recibiendo fluidos y esteroides que reducen la respuesta inflamatoria, sugirió McCullough.
Los hallazgos se presentarán en la conferencia anual de la Asociación Americana del Accidente Cerebrovascular (American Stroke Association), que se celebrará en Nueva Orleáns y de forma virtual del 8 al 11 de febrero.
Incluso al principio, "muchos escuchamos sobre, o experimentamos tener, pacientes jóvenes sin factores de riesgo en casa con la COVID que sufrieron eventos de verdad terribles, como un ACV isquémico grave", dijo el Dr. Marc Bonaca, presidente del consejo de enfermedad vascular periférica del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology).
Los resultados del estudio recuerdan tanto a los pacientes como a los profesionales clínicos que traten los factores de riesgo, como el colesterol alto y la hipertensión, porque si se toman terapias que reducen el riesgo de ACV en general, esto reducirá el riesgo si se contrae la COVID-19, aseguró Bonaca, profesor de medicina y cardiología de la Universidad de Colorado, en Aurora.
"Tener la presión arterial de las personas bien controlada, que las personas tomen estatinas y medicamentos para reducir el colesterol, y cosas por el estilo. Pienso que esto es un buen recordatorio de que deberíamos estar haciendo todo lo posible", enfatizó Bonaca, y añadió que unos estilos de vida saludables también son clave.
"El riesgo multiplicado por diez se basa en su riesgo de referencia, pero si puede reducir su riesgo de referencia, su riesgo total es más bajo", dijo Bonaca, que no participó en la investigación.
Yang dijo que cuando haya datos disponibles, los investigadores piensan dar seguimiento con un estudio similar que incluya información sobre el estatus de vacunación y las variantes de la COVID, como la ómicron y la delta.
Los datos y conclusiones presentados en reuniones deben ser considerados preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.
Más información
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. ofrece más información sobre cómo reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Quanhe Yang, PhD, senior scientist, epidemiology and surveillance branch, division for heart disease and stroke prevention, U.S. Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta; Louise McCullough, MD, PhD, chair of neurology, UT Health Houston and chief of neurology, Memorial Hermann Hospital, Houston; Marc Bonaca, MD, MPH, chair, American College of Cardiology's Peripheral Vascular Disease Council, professor of medicine and cardiology, and director, vascular research, University of Colorado, Aurora; American Stroke Association International Stroke Conference, Feb. 8 to 11, 2022
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