Unas personas drogadas con marihuana usaron un simulador de conducción: esto es lo que sucedió
MARTES, 1 de febrero de 2022 (HealthDay News) -- Se fumó un cigarrillo de marihuana hace una hora y media. Ahora que se le ha pasado lo suficiente, se siente bien para conducir.
Pero se está engañando, asegura un nuevo estudio. Es probable que esté a punto de conducir bajo la influencia de la marihuana, poniéndose en peligro y poniendo en peligro a los demás.
Los fumadores de marihuana que sienten que están suficientemente sobrios como para manejar en general todavía están demasiado afectados para operar un vehículo de forma segura, informan los investigadores.
Los investigadores de la Universidad de California (UC), en San Diego, suministraron cigarrillos de marihuana de potencias varias a 191 usuarios regulares de cannabis, y les pidieron que los fumaran como harían en casa para drogarse. De esta forma, los resultados reflejarían el uso de marihuana de las personas en la vida real.
Entonces, se pidió a los participantes que realizaran una simulación computarizada de conducción a intervalos regulares, para evaluar el nivel de seguridad cuando conducían mientras su intoxicación se reducía con el tiempo.
El desempeño de los fumadores de marihuana al volante comenzó a mejorar más o menos 3.5 horas después de fumar, aunque tuvieron que pasar 4.5 horas completas para que condujeran igual de bien que las personas del grupo del placebo, mostraron los hallazgos.
Pero los usuarios de marihuana comenzaron a pensar que podían conducir de forma segura alrededor de 90 minutos después de drogarse, dos horas enteras antes de que en realidad comenzaran a estas sobrios, descubrieron los investigadores.
"Justo después de fumar, más o menos la mitad de las personas dijeron que no conducirían, que estaban demasiado afectadas. Pero cuando llegamos a los 90 minutos, las personas comenzaban a sentir que se les estaba pasando y que estaban mejor, y fue cada vez más probable que salieran a la carretera", señaló el investigador principal, Thomas Marcotte, codirector del Centro de Investigación en Cannabis Medicinal de la Facultad de Medicina de la UC San Diego.
"En realidad, su desempeño no había cambiado en el simulador de conducción. Tenían el mismo desempeño, pero se sentían mejor, y sentían que se les estaba pasando", dijo Marcotte.
Drogados, pero sin saberlo
Incluso las personas que tienen buenas intenciones y son escrupulosas quizá no comprendan qué tan drogadas en realidad están, y elijan conducir, advirtió Marcotte.
El estudio "prueba que, igual que el alcohol, lo único que hace que se recupere la sobriedad es el tiempo", enfatizó Alex Otte, presidenta de Mothers Against Drunk Driving.
"Algo sobre lo que siempre hablamos con el alcohol es que hay que hacer un plan antes de beber la primera copa, porque una vez alguien bebe esa primera copa, su percepción está afectada", continuó Otte. "Este estudio probó que es igual con la marihuana. Para mí, es muy preocupante que no pudieran determinar que estaban afectados".
Las personas drogadas con marihuana "pueden tener dificultades para reaccionar con rapidez para tomar decisiones instantáneas, como cuándo frenar, acelerar o virar para evitar un choque", aseguró Pat Aussem, vicepresidenta asociada de desarrollo de contenido clínico para el consumidor de Partnership to End Addiction.
"Quizá tengan problemas de atención dividida, lo que significa que gestionar las condiciones de la carretera, el tiempo, la velocidad, los otros conductores que están cerca, todo a la vez, sea más difícil", anotó Aussem. "También es más probable que se desvíen a otro carril, lo que podría sorprender a otro conductor y conducir a un accidente".
En el estudio, los participantes se asignaron al azar a fumar cigarrillos de marihuana que contenían distintos niveles de potencia de THC: de un 13.4 por ciento, de un 5.9 por ciento, o una dosis "placebo" de un 0.02 por ciento.
Las personas que fumaron la marihuana más floja alcanzaron unos niveles similares de THC en sangre y de alteración en la conducción que las personas que consumieron la marihuana de alta potencia, señaló Marcotte. Ambos grupos parecieron fumar la cantidad que fuera necesaria para llegar al mismo estado de intoxicación cuando siguieron sus hábitos en el mundo real.
Los resultados se publicaron en una edición reciente de la revista JAMA Psychiatry.
No hay una prueba fiable de la alteración que provoca la marihuana
Pero otros hallazgos del estudio parecen complicar los esfuerzos actuales por identificar y frenar a la conducción bajo la influencia de la droga.
Aunque las personas que fumaron la marihuana con THC en general condujeron peor que las del grupo del placebo, apenas alrededor de la mitad mostraron una disminución significativa en las habilidades de conducción, observaron los investigadores.
"La dificultad es saber quién puede conducir con relativa seguridad y quién está alterado", planteó Aussem.
También hay malas noticias para los intentos de crear una prueba de THC en sangre que la policía pueda utilizar para probar que una persona está conduciendo drogada, similar a las pruebas de alcohol en sangre.
Los investigadores encontraron que la "relación entre las concentraciones de THC en sangre y el desempeño era inexistente", apuntó Marcotte. La conducción de las personas se alteró incluso con unos niveles bajos de THC en sangre, probablemente porque el cuerpo procesa al compuesto de la marihuana de una forma distinta que el alcohol.
"El THC se distribuye de una forma muy distinta que el alcohol", aclaró Marcotte. "En la primera hora, alrededor de un 90 por ciento ha salido de la sangre y está en el cerebro y los demás órganos del cuerpo, mientras que el alcohol más bien persiste".
La policía tendrá que depender de su propio juicio y de la prueba estándar de sobriedad en la carretera para detectar a las personas que conducen drogadas, al menos hasta que se encuentre otra forma de evaluar la intoxicación con la marihuana de manera fiable, indicó Marcotte.
Los policías de lugares como Alabama y Michigan utilizan pruebas de hisopado oral para determinar si las personas han usado drogas, pero las pruebas no son infalibles para determinar si alguien conduce intoxicado, dijo Aussem.
"Necesitamos más investigación para desarrollar herramientas para identificar a los conductores afectados. Aunque los fluidos orales son útiles para detectar el uso reciente de varias clases de drogas con propósitos de evaluación, no son capaces de determinar el nivel de afectación", añadió Aussem.
Más información
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EE. UU. ofrece más información sobre la conducción bajo la influencia de las drogas.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Thomas Marcotte, PhD, co-director, Center for Medicinal Cannabis Research, University of California, San Diego School of Medicine; Alex Otte, president, Mothers Against Drunk Driving; Pat Aussem, LPC, MAC, associate vice president, consumer clinical content development, Partnership to End Addiction; JAMA Psychiatry, Jan. 26, 2022
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