Su dieta de origen vegetal podría de verdad ayudar al planeta
LUNES, 29 de noviembre de 2021 (HealthDay News) -- ¿Le preocupa el cambio climático? Puede hacer algo al respecto cada vez que coma, sugiere un nuevo estudio.
Las personas pueden reducir su huella de carbono personal al comer menos carne roja, menos dulces y al reducir el té, el café y el alcohol, según los hallazgos.
"Todos queremos poner nuestro granito de arena para salvar al planeta", señaló el investigador sénior, Darren Greenwood, profesor sénior de bioestadísticas de la Universidad de Leeds, en Reino Unido. "Modificar nuestras dietas es una forma de hacerlo".
Y la buena noticia es que los mejores alimentos para la Tierra también son de verdad buenos para su salud, en general.
"Es probable que la mayoría de los alimentos que son buenos para nosotros también sean mejores para el planeta", afirmó Greenwood.
Es un mensaje oportuno, a medida que llega la temporada de fiestas de finales de año y los grandes banquetes con la familia y los amigos.
En el estudio, Greenwood y sus colaboradores realizaron un análisis detallado de más de 3,000 alimentos distintos, y evaluaron las emisiones de gases de invernadero que se generaban durante la producción de cada fuente de sustento.
La carne se vinculó con un 32 por ciento de las emisiones de gases de invernadero relacionadas con la dieta, lo que no sorprendió a los expertos medioambientales.
Se utilizan combustibles fósiles en los pesticidas y fertilizantes que se usan para cultivar el pienso para los animales, y los gases residuales y el estiércol del ganado también amplían la huella de carbono de la carne, apuntó Sujatha Bergen, directora de campañas de salud de la división de salud y alimentos del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales.
"Los animales como las vacas y las ovejas producen mucho metano, que es un gas de invernadero muy potente", apuntó Bergen. "La carne de res es en realidad la mayor fuente de emisiones de la dieta de EE. UU. Si cada estadounidense redujera un promedio de una hamburguesa al día de su dieta, sería como sacar 10 millones de coches de las carreteras al año. Es un impacto climático inmenso".
Pero los investigadores también encontraron que otros alimentos tenían un gran impacto en el clima:
- Las bebidas como el té, el café y el alcohol contribuyen a un 15 por ciento de los gases de invernadero relacionados con la dieta.
- Los productos lácteos contribuyen un 14 por ciento a la huella de carbono de la comida.
- Los pasteles, las galletas y los dulces contribuyen casi un 9 por ciento.
En general, las dietas no vegetarianas tenían unas emisiones de gases de invernadero un 59 por ciento más altas que las dietas vegetarianas, encontraron los investigadores.
Las dietas de los hombres producían un 41 por ciento más de emisiones de gases de invernadero que las dietas de las mujeres, sobre todo debido a su mayor consumo de carne, apuntaron los autores del estudio.
Por último, las personas que limitaban su ingesta de grasas saturadas, carbohidratos y sodio a las cantidades diarias recomendadas contribuían menos emisiones de gases de invernadero que las personas con unas dietas menos saludables.
El estudio se publicó en la edición en línea del 24 de noviembre de la revista PLOS ONE.
"Reducir nuestra ingesta de carne, en particular de carne roja, puede hacer una gran diferencia", apuntó Greenwood. "Pero nuestro trabajo también muestra que se pueden lograr grandes ganancias con pequeños cambios, como reducir los dulces, o potencialmente al cambiar de marcas".
El té, el café y el chocolate se vinculan con la deforestación, lo que reduce la capacidad del planeta de procesar el carbono excesivo de la atmósfera, indicaron Bergen y Geoff Horsfield, gerente de asuntos gubernamentales del Grupo de Trabajo Medioambiental (Environmental Working Group).
Los alimentos que los investigadores identificaron también tienden a requerir mucha agua, a degradar la tierra, a necesitar refrigeración y transporte al mercado, y se venden en envases que añaden a su huella de carbono, advirtió Greenwood.
La agricultura en realidad socava el éxito que estamos teniendo en la reducción de las emisiones de carbono en otras industrias, explicó Horsfield.
"Las emisiones de metano de EE. UU. se han reducido en un 18 por ciento desde 1990, pero las emisiones de metano de la agricultura han aumentado en más de un 16 por ciento en el mismo periodo", lamentó Horsfield. "Mientras resolvemos el metano en cosas como el gas natural y el petróleo, el metano de la agricultura solo aumenta".
Más información
La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. ofrece más información sobre las fuentes de gases de invernadero.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Darren Greenwood, senior lecturer, biostatistics, University of Leeds, United Kingdom; Sujatha Bergen, MPH, director, health campaigns, Natural Resources Defense Council's health and food division; Geoff Horsfield, government affairs manager, Environmental Working Group; PLOS ONE, Nov. 24, 2021, online
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