Una nueva preocupación: la ‘flurona’, cuando la COVID y la gripe se juntan
LUNES, 10 de enero de 2022 (HealthDay News) -- Es un fenómeno de la COVID que, hasta ahora, no había sido muy notable: es posible infectarse con la COVID-19 y la gripe a la vez.
Gracias a internet, incluso tiene un nombre: "flurona". Y es probable que suceda con mucha más frecuencia este invierno en particular, a medida que la temporada de la gripe se acelera y la altamente contagiosa variante ómicron continúa en aumento.
Aunque la idea de luchar tanto contra la gripe como contra la COVID-19 quizá parezca aterradora, las mismas medidas usadas para prevenir la propagación de la COVID-19 también funcionan contra la gripe, lo que incluye al uso de máscaras y el distanciamiento social. Y hay vacunas disponibles contra ambos virus, algo que es crucial. Las vacunas protegen de la infección grave, aunque tenga la mala suerte de contraer la flurona.
La flurona no es una enfermedad distinta ni una nueva variante, apuntó la Dra. Allison Messina, jefa de enfermedades infecciosas pediátricas del Hospital All Children's de Johns Hopkins en St. Petersburg, Florida. El término correcto es "coinfección", que describe cuando un paciente recibe un diagnóstico con más de un patógeno a la vez.
Las coinfecciones son más comunes de lo que se podría pensar. Una persona puede contraer dos, tres o más virus de manera simultánea, lo que incluye a la COVID-19. "Es probable que todo el mundo haya tenido una coinfección en algún momento", apuntó Messina.
Mucho antes de la ola reciente de cobertura de flurona, los médicos se encontraban con todo tipo de coinfecciones con la COVID-19. En un estudio que se publicó en abril de 2020 en la revista Journal of the American Medical Association, los investigadores identificaron a pacientes con COVID-19 que se coinfectaron con virus entre los que se encontraban rinovirus (que con frecuencia son los culpables del resfriado común), los adenovirus (que pueden provocar síntomas de resfriado o gripales) y el virus sincitial respiratorio (VSR), que puede provocar enfermedades graves en los niños pequeños y los adultos mayores.
También se han reportado casos de flurona a lo largo de toda la pandemia, incluso ya en febrero de 2020, cuando un hombre de Queens, Nueva York, tuvo resultados positivos de la gripe y de la COVID-19. La conciencia generalizada del fenómeno comenzó a aumentar la semana pasada, después de que el Times of Israel anunciara que una mujer embarazada sufrió una coinfección, que el periódico denominó flurona. Se han reportado otros casos en varias partes de Estados Unidos, entre ellos Houston, Florida y Los Ángeles.
Sigue siendo poco común
Por ahora, la coinfección con la COVID-19 y la influenza es poco común, y es probable que siga así si la actividad gripal continúa estando bajo control.
Durante los dos años anteriores, Estados Unidos y gran parte del resto del mundo han experimentado unos niveles históricamente bajos de influenza. Parece que todas las medidas de precaución para la COVID que se utilizaron durante la pandemia, como los confinamientos, el uso de máscaras y el distanciamiento social, mantienen la gripe a raya.
"Todas estas cosas que se hacen para prevenir el contagio con la COVID son probablemente las mismas cosas que puede hacer para prevenir también la gripe", apuntó Messina.
Cuando las medidas de distanciamiento social se relajaron en otoño de 2021, muchos expertos temían que la temporada de gripe regresaría con mucha fuerza, si se considera que las vacunaciones contra la gripe se redujeron y la población general tenía una inmunidad reducida contra el virus.
Aunque la temporada de gripe ha sido menos intensa de lo que se temía, hasta ahora, esto podría cambiar rápida y fácilmente.
"En la mayoría de los años, en general observamos el pico de la gripe en algún momento entren noviembre y diciembre o enero y febrero, así que no pienso que podamos decir todavía qué tan mala va a ser la temporada", apuntó Messina. "Todavía podría empeorar".
Es probable que la incidencia de la flurona aumente si es así, comentó la Dra. Soniya Gandhi, especialista en enfermedades infecciosas y directora médica asociada del Cedars-Sinai, en Los Ángeles.
"Si comenzamos a ver mucha más gripe en la comunidad, es posible que pudiéramos comenzar a ver coinfecciones si la COVID sigue estando muy generalizada", apuntó Gandhi.
Pero algunos casos de flurona podrían pasar desapercibidos. Como virus respiratorios, la COVID-19 y la influenza tienden a provocar síntomas similares. Sería difícil saber si se tiene una coinfección sin hacerse las pruebas de ambos, y en general un proveedor de la atención de la salud realiza pruebas para la gripe. Los pacientes con una infección leve con la COVID-19 leve que no son admitidos al hospital quizá nunca averigüen si tenían un caso de flurona.
Un futuro incierto
Debido a un nivel bajo de actividad gripal, se han estudiado muy pocos casos de flurona como para entender los efectos potenciales en los pacientes. Pero los expertos parecen mostrarse de acuerdo en que tener la COVID-19 y la influenza a la vez no es ideal.
"En términos generales, coinfectarse con dos patógenos respiratorios potencialmente letales nunca es una buena cosa", apuntó Gandhi. "Pienso que teóricamente puede imaginarse su sistema inmunitario intentando luchar contra dos infecciones graves, que será difícil".
La influenza y la COVID-19 son virus respiratorios que atacan a la misma región del cuerpo: la nariz, la garganta y los pulmones. Además, los pacientes con sistemas inmunitarios comprometidos o afecciones médicas subyacentes son más susceptibles a infecciones graves con ambos virus.
"Lo que nos preocupa sobre el coronavirus y la gripe es que ambos tienen el potencial de ser unos virus más graves que algunos de los otros virus que atendemos. ¿Provocará esto una enfermedad más grave? Pienso que esto todavía está por verse, pero ese es el miedo", apuntó Messina.
Por suerte, hay tratamientos disponibles para ambos virus. Para evitar la posibilidad de la flurona del todo, o para reducir sus daños potenciales, las vacunas hacen toda la diferencia, según Messina.
"Todo el mundo de a partir de los 6 meses de edad es elegible para recibir la vacuna contra la gripe. Y, por supuesto, los niños de a partir de 5 años pueden también vacunarse contra el coronavirus", apuntó Messina. "Pienso que lo mejor que se puede hacer para intentar evitar que esto suceda es estar al día con ambas vacunas".
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la influenza y la COVID-19.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Soniya Gandhi, MD, vice president, medical affairs, and associate chief medical officer, Cedars-Sinai, Los Angeles; Allison Messina, MD, chief, pediatric infectious diseases, Johns Hopkins All Children’s Hospital, St. Petersburg, Fla.
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