Un estudio encuentra que la delta tiene cierta resistencia a las vacunas… ¿y la ómicron?
VIERNES, 3 de diciembre de 2021 (HealthDay News) -- Unos estudios de laboratorio muestran que las mutaciones que se encuentran en la variante delta de la COVID-19 hacen que el virus sea más resistente a las vacunas existentes, un acontecimiento potencialmente amenazante mientras la nueva variante ómicron comienza a desplazarse por el mundo.
La vacunación completa con las vacunas de Pfizer o de AstraZeneca sigue produciendo suficientes anticuerpos para neutralizar a la delta, encontraron los investigadores británicos.
Pero la variante delta luchó con más fuerza contra la protección con los anticuerpos que las versiones anteriores de la COVID-19.
"Como la ómicron tiene mutaciones múltiples, algunas de las cuales están en las mismas áreas de la superficie de la proteína viral que la variante delta, preveríamos que la variante ómicron tenga una sensibilidad reducida a la neutralización", comentó el investigador sénior Brian Willett, profesor de inmunología viral del Centro de Investigación de Virus de MRC-Universidad de Glasgow, en Escocia.
En este estudio, los investigadores analizaron muestras de sangre recolectadas de personas sanas que habían recibido la vacuna de Pfizer o la de AstraZeneca. La vacuna de AstraZeneca está aprobada para el uso en Reino Unido, pero no en Estados Unidos.
Las muestras provienen de 156 personas que habían recibido el régimen completo de dos dosis de una de las vacunas, o una sola dosis.
Los investigadores expusieron a las muestras de sangre a distintas variantes de la COVID-19 para ver qué tan efectivamente los anticuerpos producidos por las vacunas lucharían contra cada variante del coronavirus.
Las vacunas proveyeron protección contra todas las variantes de la COVID-19, pero los investigadores anotaron que los anticuerpos tenían más dificultades para frenarlas.
En particular, la variante delta provocó una reducción cuádruple en la respuesta inmunitaria de las personas que recibieron la vacuna de Pfizer, y una reducción quíntuple en las que recibieron la vacuna de AstraZeneca.
"La noticia positiva es que todas las variantes evaluadas fueron neutralizadas por los (anticuerpos) de los individuos vacunados, así que predeciríamos que la inmunidad provocada por la vacunación con dos dosis de las vacunas existentes se extendería a las variantes", apuntó Willett.
"Pero quizá no sea igual de efectiva como fue contra los virus que circulaban antes, por ejemplo, el virus de la primera ola o la variante alfa posterior", continuó. "De forma similar, a medida que las respuestas a los coronavirus mengua con el tiempo, la duración de la inmunidad podría acortarse. Este es el motivo de que ahora se estén ofreciendo refuerzos en Reino Unido tras un periodo de tres meses, en lugar del periodo aconsejado inicial de seis meses".
Ahora, Estados Unidos pone las dosis de refuerzo a la disposición de las personas que recibieron la vacuna de Pfizer o la de Moderna al menos seis meses después de que completen la serie de dos dosis, o al menos dos meses tras recibir la vacuna de una sola dosis de Johnson & Johnson.
Los resultados de laboratorio de Reino Unido no son del todo sorprendentes dado lo que se ha aprendido sobre las variantes de la COVID-19, aseguró el Dr. William Schaffner, director médico de la National Foundation for Infectious Diseases, con sede en Bethesda, Maryland.
"Con la acumulación de mutaciones, se puede experimentar cierta reducción en la efectividad de nuestras vacunas actuales. Ese es el principio general", señaló Schaffner. "No es un shock, pero aquí se ha demostrado, y pensamos que es probable que esto también aplique a la ómicron, sobre todo dado que la ómicron tiene incluso más mutaciones relacionadas con la proteína de pico".
La buena noticia, señaló Schaffner, es que hay una protección parcial, y también prevé esto con la ómicron.
Las personas preocupadas por la delta o la ómicron deben vacunarse por completo y luego ponerse el refuerzo para obtener la máxima protección, apuntaron Schaffner y Willett.
"Al ponernos el refuerzo, aumentamos el nivel de anticuerpos en circulación a un nivel alto, y esto debería ofrecer un grado de inmunidad de protección cruzada no solo contra la cepa de la vacuna (el virus de la primera ola), sino también contra las variantes, como la delta", añadió Willett.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 2 de diciembre de la revista PLOS Pathogens.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre las variantes de la COVID-19.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Brian Willett, PhD, professor, viral immunology, MRC-University of Glasgow Center for Virus Research, Scotland; William Schaffner, MD, medical director, National Foundation for Infectious Diseases, Bethesda, Md.; PLOS Pathogens, Dec. 2, 2021, online
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