Se disparan las muertes vinculadas con la hipertensión entre las mujeres embarazadas
MIÉRCOLES, 5 de enero de 2022 (HealthDay News) -- El número de mujeres estadounidenses con hipertensión crónica que mueren durante y después del embarazo ha aumentado de forma marcada, advierte un estudio reciente.
De los 155 millones de nacimientos en Estados Unidos entre 1979 y 2018, más de 3,200 madres murieron por causas relacionadas con la hipertensión (presión arterial alta), un aumento de 15 veces a lo largo del periodo. El riesgo fue particularmente alto entre las mujeres negras, según el estudio.
"Las mujeres necesitan un inicio bueno y oportuno de la atención prenatal durante el embarazo, pero la atención preconcepción, para diagnosticar y tratar la presión arterial antes del embarazo, es muy importante", señaló el autor principal, Cande Ananth, jefe de epidemiología y bioestadística de la Facultad de Medicina Robert Wood Johnson de la Universidad de Rutgers en Nueva Brunswick, Nueva Jersey.
"Monitorizar la presión arterial con frecuencia, y vigilar la dieta y el peso corporal, son metas que vale la pena tomar en cuenta", enfatizó.
Aunque las muertes maternas debidas a la hipertensión durante el embarazo (la preeclampsia) se redujeron en Estados Unidos en las últimas cuatro décadas, las tasas de mortalidad por la hipertensión crónica aumentaron de forma sustancial, en promedio alrededor de un 9 por ciento al año, según el estudio.
"También hay una desconcertante disparidad racial en estas tendencias desfavorables, en que las mujeres negras tienen un aumento sustancial y desproporcionado del riesgo, en comparación con las mujeres blancas", dijo. "El estudio subraya la necesidad de enfocar las mejoras en áreas como la edad materna avanzada, la obesidad y las desigualdades raciales en el acceso a la atención".
Alrededor de un tercio de las muertes maternas ocurren antes del parto, un tercio en el día del parto o en un plazo de una semana, y un tercio entre una semana y un año después del parto, según el estudio.
La causa principal de muertes relacionadas con el embarazo fue la enfermedad del corazón y de los vasos sanguíneos, lo que incluye a los trastornos de la hipertensión, encontraron los investigadores.
Estimaron que un 75 por ciento de las muertes maternas eran prevenibles.
Un punto notable es que las que se vincularon con la hipertensión aumentaron con la edad, y fueron más altas entre las mujeres de 45 a 49 años. La obesidad también aumentó el número de muertes.
Entre las mujeres negras, el riesgo fue incluso más alto.
En comparación con las mujeres blancas, tenían de tres a cuatro veces más riesgo de fallecer por causas relacionadas con la presión arterial, encontró el estudio. Y, apuntó Ananth, esta disparidad racial ha persistido durante 40 años.
Aunque el tratamiento de la preeclampsia ha mejorado, el tratamiento de la hipertensión crónica no lo ha hecho, lamentó, quizá porque muchas mujeres no son diagnosticadas. Otro factor es que la mejor forma de tratar la hipertensión a principios del embarazo no está clara.
Los cambios en el estilo de vida podrían hacer una gran diferencia, aseguró Ananth. Esto incluye dejar de fumar y de beber alcohol, comer una dieta saludable y mantener un peso saludable antes de y durante el embarazo.
Según el estudio, la presión arterial vuelve a la normalidad tras el embarazo en alrededor de 8 de cada 10 mujeres con preeclampsia. Pero la hipertensión persiste de por vida en más o menos un 20 por ciento, apuntó Ananth.
La Dra. Erin Michos, directora asociada de cardiología preventiva de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, revisó los hallazgos.
Dijo que los médicos están realizando una mejor labor al identificar y tratar los casos nuevos de presión arterial alta que emergen durante el embarazo, pero que este estudio muestra que no lo están haciendo igual de bien al abordar la hipertensión crónica.
"Ahora, lo que de verdad impulsa a las muertes maternas es la hipertensión crónica", lamentó. "Creo que los médicos están haciendo un mejor trabajo al prestar atención a la preeclampsia, pero con la hipertensión en las mujeres más jóvenes antes de que queden embarazadas, no tanto".
La buena noticia es que la hipertensión crónica se puede prevenir, enfatizó Michos. Los factores de riesgo importantes son el aumento en la edad y la obesidad, y, apuntó, la obesidad es prevenible.
"Pero, lamentablemente, los niveles de obesidad están en máximos históricos en la población de EE. UU., y los factores de estilo de vida, como una dieta malsana, una reducción en la actividad física y una conducta sedentaria son importantes contribuyentes", apuntó Michos. Añadió que el estrés psicológico y factores sociales, como el acceso a la atención, también son factores.
"Nuestros datos han mostrado que la salud cardiovascular de todas las mujeres embarazadas y de las mujeres en edad fértil en EE. UU . ha empeorado con el tiempo", observó.
Que las tasas de mortalidad materna sean cuatro veces más altas entre las mujeres negras que entre las mujeres blancas es "inaceptable", dijo Michos, y la necesidad de atención de salud pública para cerrar esa brecha es urgente.
"Es probable que la disparidad racial se deba a desigualdades sociales, a un menor acceso a la atención, y a otras diferencias en el tratamiento que pueden surgir del racismo sistémico", apuntó.
La mejor estrategia, sugirió Michos, es mejorar la salud cardiaca antes del embarazo, mediante la gestión del peso y una revisión de la presión arterial. También instó a las mujeres a "conocer sus cifras": una presión arterial normal es de menos de 120/80 mmHg.
"Aunque quizá no tratemos la presión arterial con una terapia farmacológica hasta que sea mucho más alta, todo el mundo se beneficia de un estilo de vida saludable", insistió.
Perder o mantener el peso, aumentar la actividad física, reducir el consumo de sal, aumentar el consumo de alimentos ricos en potasio y minimizar el alcohol puede ayudar, añadió Michos.
El nuevo estudio aparece en una edición reciente de la revista Hypertension.
Más información
Aprenda más sobre la hipertensión en la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Cande Ananth, PhD, MPH, chief, epidemiology and biostatistics, Rutgers Robert Wood Johnson Medical School, New Brunswick, N.J.; Erin Michos, MD, MHS, associate director, preventive cardiology, Johns Hopkins University School of Medicine and director, Women's Cardiovascular Health, Johns Hopkins Ciccarone Center for the Prevention of Cardiovascular Disease, Baltimore; Hypertension, December 2021
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