¿Por qué está empeorando la salud cardiaca de los afroamericanos jóvenes?
MARTES, 9 de noviembre de 2021 (HealthDay News) -- Los afroamericanos jóvenes están experimentando unos aumentos significativos en la obesidad, la diabetes tipo 2 y el tabaquismo, todos factores de riesgo del ataque cardiaco y el accidente cerebrovascular (ACV).
Entre 2007 y 2017, antes de la pandemia de la COVID-19 y las preocupaciones que creó, los afroamericanos de 18 a 44 años hospitalizados tuvieron unos aumentos marcados en estos riesgos. También tuvieron unas tasas más altas de complicaciones de salud y malos resultados hospitalarios, encontraron los investigadores en un nuevo estudio.
"Encontramos unos resultados sorprendentes", comentó el coautor del estudio, el Dr. Ankit Vyas, residente de medicina interna de los Hospitales Bautistas del Suroeste de Texas, en Beaumont, Texas.
Además de los datos sobre el tabaquismo y la obesidad, "encontramos que la diabetes, la hipertensión [la presión arterial alta], los niveles altos de colesterol, la enfermedad renal y muchos más problemas relacionados con el corazón están en aumento, en comparación con 10 años antes", señaló Vyas.
Un experto en equidad en la salud no se sorprendió, y anotó que los problemas sociales sistémicos también han conducido a desigualdades de salud en las poblaciones minoritarias.
"Una de las cosas que hemos aprendido con la COVID-19 es que de verdad ha destapado muchas de las disparidades que existen en las minorías poco representadas, además de las poblaciones socioeconómicamente marginadas", indicó el Dr. Paul Douglass, cardiólogo intervencionista de Atlanta. Douglass también es presidente del grupo de trabajo sobre la igualdad del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology).
Ni Douglas ni el Colegio Americano de Cardiología participaron en el estudio.
'Un toque de atención'
"Este es un toque de atención, y necesitamos más investigaciones como esta, que resalten la carga desproporcionada de salud cardiovascular en las poblaciones minoritarias", enfatizó Douglass.
"Cremo que mientras más proveamos este tipo de investigación de ensayos clínicos, mejor podremos reclutar a las minorías en los ensayos clínicos, para poder comprender los problemas de una forma mucho más sofisticada. Y creo que el hecho de que tengamos este tipo de información disponible subraya su importancia", añadió Douglass.
En el estudio, los investigadores compararon los expedientes de pacientes internos de más de 1.3 millones de afroamericanos hospitalizados en 2007 con casi 1.6 millones hospitalizados en 2017.
Encontraron que los pacientes eran más jóvenes: tenían una edad promedio de 30 años en 2017, frente a 31 en 2007. También tenían unas tasas más altas de admisiones de emergencia al hospital (casi un 77 frente a un 75 por ciento), y era más probable que fueran hombres (un 30 por ciento en 2017, en comparación con un 29 por ciento en 2007).
Además, los pacientes del segundo periodo tenían tres veces más probabilidades de sufrir diabetes tipo 2 con complicaciones crónicas, dos veces más probabilidades de presentar obesidad, y el doble de probabilidades de fumar tabaco, mostraron los hallazgos.
Cuando los investigadores examinaron los resultados hospitalarios, encontraron que fueron peores en 2017, incluso con los avances en los fármacos y las mejoras en las técnicas de detección y diagnósticas.
El equipo encontró un aumento del 30 por ciento en el riesgo de ataque cardiaco y de alteraciones del ritmo cardiaco, un aumento del 50 por ciento en el riesgo de ACV, y un aumento del 90 por ciento en el riesgo de un coágulo sanguíneo en una de las grandes arterias del corazón. También hubo un aumento de casi un 150 por ciento en el riesgo de paro cardiaco fuera del hospital, y un aumento del 200 por ciento en el riesgo de shock cardiogénico (la forma más grave de insuficiencia cardiaca).
Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar
Pero los afroamericanos no están condenados a una mala salud cardiaca. Las personas pueden reorientar sus resultados de salud a través de una variedad de cambios en el estilo de vida, utilizando Los 7 Pasos de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association). Estos incluyen controlar la presión arterial, los niveles de colesterol y el azúcar en la sangre; hacer más actividad; comer unos alimentos más saludables; perder peso; y, dejar de fumar.
Gestionar el estrés también es importante, aseguró Vyas, y sugirió el yoga y la meditación, que también pueden ayudar con la depresión. También se debe animar a los jóvenes a abstenerse del alcohol, recomendó.
Ir al médico a visitas anuales, incluso a una edad más temprana, podría detectar los problemas antes, señaló. Vyas sugirió aumentar la concienciación pública sobre varios programas de salud. Se debe animar a los jóvenes a trabajar con los profesionales de la atención de la salud para aprender sobre las opciones asequibles que podría haber disponibles para ellos, planteó.
"El gobierno puede incluir más recursos, junto con ayuda de los médicos de atención primaria y las organizaciones caritativas, para que haya más opciones de detección en las áreas remotas, o para otras personas que no pueden permitirse estas cosas. La disponibilidad de las pruebas de detección puede ser muy útil en este sentido", aseguró Vyas.
Los hallazgos se presentarán en la próxima reunión anual en línea de la Asociación Americana del Corazón, que se celebrará del 13 al 15 de noviembre. Los datos presentados en las reuniones médicas se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
Douglas habló sobre los determinantes sociales de la salud, es decir, las condiciones y ambientes en que las personas nacen, viven, aprenden, trabajan, juegan, practican su religión y envejecen, que afectan a sus riesgos de salud.
Entre estos determinantes, los principales son un mal acceso a la atención de la salud, los alimentos saludables y ambientes seguros para hacer ejercicio, además de los ingresos individuales, aseguró Douglass.
El cambio comenzará con una conversación seria y honesta sobre el impacto del racismo institucional en los resultados de salud, dijo, y entonces con la creación de políticas y regulaciones que resuelvan estos problemas.
"La única cosa que es más bien sorprendente, y que es desalentadora, es el hecho de que lo estemos identificando en una población más joven", lamentó Douglass. Esto implica que los determinantes sociales de la salud están teniendo un impacto significativo en una población de pacientes más jóvenes, añadió.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la enfermedad cardiaca.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Ankit Vyas, MBBS, MD, internal medicine resident, Baptist Hospitals of Southeast Texas, Beaumont, Texas; Paul Douglass, MD, chair, American College of Cardiology health equity task force and interventional cardiologist, Wellstar Cardiovascular Medicine, Atlanta, Ga.; American Heart Association annual meeting, online, Nov. 13-15, 2021
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