Más adultos mayores de EE. UU., en particular mujeres, conservan un cerebro sano, según un estudio
JUEVES, 30 de diciembre de 2021 (HealthDay News) -- El porcentaje de estadounidenses mayores que reportan problemas graves con la memoria y el pensamiento ha bajado en los últimos años, y unos niveles educativos más altos quizá sean parte del motivo, encuentra un estudio reciente.
Los investigadores encontraron que entre 2008 y 2017, la proporción de adultos mayores de EE. UU. que reportaron "problemas cognitivos graves" se redujo de más de un 12 a un 10 por ciento. Los motivos no están claros, pero un aumento en el logro educativo de los estadounidenses con el tiempo podría explicar parte de la tendencia.
Muchos estudios han vinculado unos niveles educativos más altos con un riesgo más bajo de deterioro del pensamiento y demencia, señaló la investigadora principal, Esme Fuller-Thomson, directora del Instituto del Curso Vital y el Envejecimiento de la Universidad de Toronto.
Una teoría, la hipótesis de la "reserva cognitiva", es que las personas con un mayor nivel educativo son más capaces de soportar los cambios cerebrales patológicos que caracterizan al proceso de la demencia. Es decir, pueden funcionar a un nivel más alto, durante más tiempo, que sus pares con un nivel educativo más bajo con unos cambios similares en el cerebro.
La educación también podría ser un marcador de otras cosas que influyen en el riesgo de demencia. Las personas con un nivel educativo más alto quizá sean menos propensas a fumar, más propensas a hacer ejercicio y a tener una dieta saludable, y también a sufrir de menos afecciones de salud crónica y a tener un mejor acceso a la atención de la salud.
Una salvedad del estudio actual es que no observó los diagnósticos reales de demencia.
"No podemos decir que es una reducción en la demencia, en sí", apuntó Fuller-Thomson.
Más bien, se hizo a los encuestados una pregunta de sí o no: "Debido a una afección física, mental o emocional, ¿esta persona tiene unas dificultades graves para concentrarse, recordar o tomar decisiones?".
Pero esto, apuntó Fuller-Thompson, determina cómo funcionaban las personas en sus vidas diarias, así que la reducción en los problemas autorreportados es una buena noticia. Anotó que es poco probable que las personas de 2017 simplemente interpretaran la pregunta de forma distinta que las de los años anteriores.
El estudio no es el primero que muestra tendencias positivas en la salud cerebral de los estadounidenses mayores. Algunos han encontrado un declive en los diagnósticos de demencia en las últimas décadas. El Estudio cardiaco de Framingham, que dio seguimiento a familias a lo largo de tres generaciones, encontró una reducción del 44 por ciento en los diagnósticos de demencia entre 1977 y 2008.
Fuller-Thomson dijo que los nuevos hallazgos concuerdan con esta investigación, y añaden datos más recientes.
Matthew Baumgart es vicepresidente de políticas de salud de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association). Se mostró de acuerdo en que los hallazgos concuerdan con algunos estudios que han monitorizado la incidencia de la demencia con el tiempo.
Pero Baumgart anotó que estos patrones no son universales. Se han observado en algunos países occidentales con unos ingresos y unos niveles educativos altos.
Y la prevalencia de la demencia, es decir, el número de personas que viven con la enfermedad, sigue en aumento, debido al incremento en la población de personas mayores, en Estados Unidos y en todo el mundo.
"Incluso si unos estudios selectos apuntan a una reducción en la incidencia de la demencia, la epidemia global de Alzheimer y demencia crece", advirtió Baumgart.
Según la Asociación del Alzheimer, más de 6 millones de estadounidenses viven con Alzheimer, la forma más común de demencia. Se proyecta que esta cifra se habrá duplicado a casi 13 millones en 2050.
Los hallazgos actuales se basan en 10 años de datos de una encuesta anual de la Oficina del Censo. En total, participaron 5.4 millones de estadounidenses de a partir de 65 años.
En 2008, un 13.6 por ciento de las mujeres reportaron problemas cognitivos graves, una cifra que se redujo a poco menos de un 11 por ciento en 2017. Por otra parte, los hombres mostraron una reducción relativa más pequeña, de un 10.2 a un 8.8. por ciento.
La encuesta no recolectó información sobre los hábitos de estilo de vida, por ejemplo el tabaquismo, que se ha reducido en Estados Unidos con los años. Tampoco tuvo datos sobre las afecciones física y varios factores más que podrían influir en el riesgo de demencia. Pero los cambios en el logro educativo de las personas parecieron explicar parte de la tendencia positiva, aseguró Fuller-Thomson.
Especuló que otros cambios amplios, por ejemplo las mejoras en la calidad del aire e incluso la eliminación del plomo de la gasolina en la década de los 1970, podrían también ser factores contribuyentes potenciales.
Baumgart apuntó que los investigadores están trabajando para aprender más sobre los factores de riesgo modificables de la demencia. Esto incluye un ensayo clínico, financiado por la Asociación del Alzheimer, que evalúa si una combinación de medidas del estilo de vida puede ralentizar el deterioro cognitivo en los adultos mayores que tienen un riesgo más alto. Estas medidas incluyen al ejercicio, un mejor control de la hipertensión y la diabetes, y unas actividades de estimulación mental.
Por ahora, el grupo recomienda todas estas cosas para respaldar a la salud del cerebro en general.
Cuando se trata de la carga de la demencia en la sociedad, la creciente cifra de la prevalencia es la más importante, advirtió Baumgart.
En cuanto a los individuos, Fuller-Thomson dijo que el declive en los problemas cognitivos es alentador. Si un 10 por ciento de los estadounidenses mayores reportaron estos problemas, eso significa que un 90 por ciento no los reportaron.
"La mayoría de los adultos mayores están funcionando a un alto nivel, y continúan contribuyendo a la sociedad y prosperando", añadió.
Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista Journal of Alzheimer's Disease.
Más información
La Asociación del Alzheimer ofrece consejos para respaldar la salud del cerebro.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Esme Fuller-Thomson, PhD, director, Institute for Life Course and Aging, and professor, Factor-Inwentash Faculty of Social Work, University of Toronto, Canada; Matthew Baumgart, vice president, health policy, Alzheimer's Association, Chicago; Journal of Alzheimer's Disease, Nov. 11, 2021, online
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