Los gases y el polvo en el lugar de trabajo podrían aumentar el riesgo de artritis reumatoide
VIERNES, 9 de diciembre de 2022 (HealthDay News) -- El aire del lugar de trabajo podría aumentar el riesgo de desarrollar artritis reumatoide (AR), sugiere un estudio reciente.
Aspirar los gases de los vapores, humos y disolventes comerciales (e incluso los polvos comunes que se encuentran en el lugar de trabajo) parece aumentar las probabilidades del trastorno autoinmune crónico de las articulaciones, informaron unos investigadores en la edición del 6 de diciembre de la revista Annals of the Rheumatic Diseases.
La exposición a cualquiera de estos contaminantes en el lugar de trabajo se asoció con un aumento de un 25 por ciento en el riesgo de desarrollar una forma de artritis reumatoide que empeora ante la presencia de los anticuerpos de proteínas anticitrulinadas (ACPA), encontraron los investigadores.
Este riesgo aumentó a un 40 por ciento cuando se observó específicamente a los hombres, mostraron los resultados.
Las personas con artritis reumatoide ACPA positiva tienen un peor pronóstico, y tienden a experimentar unas tasas más altas de daño provocado por el desgaste de las articulaciones, apuntaron los investigadores.
En este estudio, los investigadores examinaron los datos de más de 4,000 personas de un estudio sueco sobre la artritis reumatoide. Las personas habían recibido un nuevo diagnóstico de AR entre 1996 y 2017.
El equipo revisó sus historiales laborales personales, para estimar la exposición de cada persona a 32 agentes aéreos en el lugar de trabajo.
El análisis mostró que la exposición a los gases y al polvo se asoció con un mayor riesgo de AR. Además, la exposición también pareció aumentar el riesgo a partir de otros factores, como fumar o la genética.
En total, 17 de los 32 agentes (entre ellos el asbestos, el cuarzo, los vapores de diésel, los vapores de la gasolina, el monóxido de carbono y los fungicidas) se asociaron fuertemente con un aumento en el riesgo de desarrollar AR ACPA positiva, dijeron los investigadores.
Solo unos pocos agentes, como el polvo de cuarzo (sílice), el asbesto y los detergentes, se asociaron con firmeza con la AR ACPA negativa.
El riesgo aumentó con el número de agentes y la duración de la exposición de una persona, y los vínculos más fuertes se observaron con las exposiciones que duraban entre ocho y 15 años.
Los hombres parecen tener un riesgo más alto que las mujeres, porque tendían a haberse expuesto a más agentes durante periodos más largos.
Las personas expuestas a un agente en el lugar de trabajo que también fumaban y que tenían un riesgo genético alto de AR tendían a presentar un riesgo extremadamente algo de AR ACPA positiva, que oscilaba entre 16 y 68 veces más alto que las personas que no se expusieron a los tres factores.
El riesgo de desarrollar AR ACPA positiva entre los que tenían la "triple exposición" fue 45 veces más alto con el humo de escape de los motores de gasolina, 28 veces más alto con el humo de escape del diésel, 68 veces más alto con los insecticidas, y 32 veces más alto con el polvo de cuarzo.
"Nuestro estudio enfatiza la importancia de la protección respiratoria en el trabajo, en particular para los individuos con una predisposición genética a la AR", plantearon los investigadores en un comunicado de prensa de la revista.
Bowen Tang, candidato doctoral del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, dirigió el estudio.
En un editorial publicado junto con el estudio, un reumatólogo de Boston, el Dr. Jeffrey Sparks, anotó que el estudio apunta a pistas interesantes sobre cómo se desarrolla la AR.
"Cada agente inhalable laboral tenía un perfil único respecto a la forma en que interactuaba con los genes de riesgo de la AR y con el tabaquismo", escribió Sparks, que trabaja en el Hospital Brigham and Women's. "Estas interacciones exclusivas sugieren que si la relación entre los agentes inhalables y la AR es de hecho causal, podrían hacerlo a través de unas vías distintas".
Sparks anotó las asociaciones más potentes encontradas con la AR ACPA positiva, y añadió que los hallazgos amplían la creciente creencia de que la enfermedad ACPA positiva podría ser muy distinta que la AR ACPA negativa.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la artritis reumatoide.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: BMJ, news release, Dec. 6, 2022
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