Las vacunas han reducido las tasas de infección con el VPH en las mujeres jóvenes de EE. UU.
LUNES, 22 de agosto de 2022 (HealthDay News) -- En 2006, los médicos comenzaron a recomendar la primera vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), de frecuente transmisión sexual, que tenía el potencial de reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Ahora, un nuevo estudio muestra que la vacuna ha sido increíblemente efectiva, y que casi había eliminado la prevalencia de las dos cepas más peligrosas del virus entre las mujeres jóvenes en 2016.
Un punto importante es que no benefició solo a las mujeres jóvenes que recibieron la vacuna contra el VPH: también proveyó una inmunidad grupal, con una prevalencia más baja incluso entre las que no se vacunaron, a medida que se impidió que el virus circulara de manera tan amplia.
"Antes de la introducción de la vacuna, la probabilidad predicha de prevalencia era bastante alta, de un 15 por ciento", señaló el autor del estudio, Ashish Deshmukh, director asociado del Centro de Investigación en Servicios de Salud de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Texas, en Houston. "Y tras la introducción de la vacuna contra el VPH, la prevalencia se redujo sustancialmente, tanto en las mujeres vacunadas como en las que no se habían vacunado. Esto ejemplifica el impacto de la vacunación contra el VPH".
La Dra. Linda Eckert, profesora de obstetricia y ginecología de la Universidad de Washington, en Seattle, no participó en el estudio, y afirmó que la reducción de las tasas de VPH incluso entre las mujeres sin vacunar es una gran noticia.
"También es alentador el impacto en los individuos vacunados, que muestra una increíble protección contra los dos tipos de VPH más comunes que provocan cáncer de cuello uterino", enfatizó Eckert.
Pero podría ser incluso mejor, añadieron los investigadores.
La vacuna, que está disponible para ambos sexos desde los 9 años y hasta la adultez temprana, todavía no se usa tanto como le gustaría a los expertos. De 2015 a 2016, alrededor de un 55 por ciento de las mujeres de EE. UU. de 18 a 20 años habían recibido sus vacunas, junto con un 52 por ciento de las que tenían de 21 a 23 años, y un 50 por ciento de las que tenían de 24 a 26 años, encontró el estudio.
"Todavía no tenemos una cobertura óptima en EE. UU.", apuntó Deshmukh. "Cuando pensamos en una cobertura óptima, el objetivo es llegar a esa meta del 80 por ciento".
A pesar de una cobertura inferior a la óptima, los hallazgos son muy promisorios, anotó.
"A nivel más amplio, comenzamos a ver el impacto, y provee una perspectiva positiva al respecto. Si podemos mejorar la cobertura a un nivel incluso más alto, quizá veamos una eliminación incluso mayor de la infección con el VPH", añadió.
Reducir las infecciones con el VPH es un importante paso para reducir las lesiones precancerosas, y tiene el potencial de bajar la incidencia del cáncer en todo el país, enfatizó Deshmukh.
"Hemos comenzado a observar una reducción en la incidencia del cáncer en un grupo de mujeres a una edad muy joven. Entre las de menos de 25 años, las tasas de incidencia de cáncer han bajado de manera sustancial. Y varios estudios ya han documentado una reducción en la incidencia del cáncer de cuello uterino en las mujeres muy jóvenes", explicó.
El estudio se enfocó en mujeres de 18 a 26 años, y encontró que la prevalencia del virus era de un 15.2 por ciento de 2005 a 2006. Diez años más adelante, ese porcentaje se había reducido a un 3.3 por ciento en general en ese grupo de edad, lo que incluye a un 5.1 por ciento de las que no estaban vacunadas, a un 1 por ciento en los grupos vacunados, y a un 0 por ciento de las mujeres vacunadas en el extremo más joven del rango del estudio.
La probabilidad estimada de infección con el VPH de las cepas 16 y 18, las que se consideran que tienen las mayores probabilidades de provocar un cáncer, fueron un 78 por ciento más bajas en general de 2015 a 2016, respecto a 2005 a 2006: un 60 por ciento más baja entre las que no estaban vacunadas, y un 92 por ciento más baja entre las vacunadas, encontraron los investigadores.
Entre los estados con las tasas más bajas de vacunación están los del Medio Oeste y el Sureste, y la incidencia de cáncer asociado con el VPH sigue siendo alta en esos estados, lamentó Deshmukh.
Los motivos de no vacunarse se basan en gran medida en preocupaciones sin fundamentos de los padres, anotó.
"Debe haber una mayor concienciación para informar y transmitir que la vacuna es en realidad segura y eficaz", planteó Deshmukh.
El estigma de que vacunarse es de alguna forma una licencia para la actividad sexual no es cierto, y ha frenado las tasas de vacunación, anotó Eckert.
Con una cobertura de vacunación más alta, Estados Unidos podría ser como Australia, que introdujo la vacuna en 2007 y obtuvo una cobertura mucho mayor.
"Ha habido una reducción notable, y piensan que habrán eliminado el cáncer de cuello uterino en el año 2035", comentó Eckert.
Por otra parte, las tasas de cáncer de cuello uterino están aumentando de manera global, porque la distribución de vacunas no es equitativa en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud estima que más o menos un 90 por ciento de los casos nuevos y muertes en todo el mundo en 2020 fueron en países con unos ingresos bajos y medianos.
El VPH es un término general para unos 200 virus relacionados, según el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. Algunos de ellos se propagan mediante el contacto sexual. Algunas cepas del virus pueden provocar cáncer de cuello uterino, garganta, boca, vagina, vulva, ano y pene.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. recomiendan la vacunación a partir de los 11 o 12 años, aunque se permite en niños de incluso 9 años. Solo está disponible hasta los 26 años, con algunas excepciones para personas de 27 a 45 años tras consultar a un médico. La vacuna Gardasil-9 se distribuye en Estados Unidos, y cubre a nueve cepas del VPH, entre ellas la 16 y la 18.
El VPH 16 y el 18 originan alrededor de un 70 por ciento de los casos de cáncer de cuello uterino, señaló Eckert.
Pero advirtió que incluso las personas vacunadas deben seguir haciéndose pruebas, porque otros tipos de VPH que la vacuna no cubre también pueden provocar cáncer o células precancerosas.
"No quiero dar el mensaje de que ya estamos a salvo", subrayó Eckert. "De verdad es importante hacerse las pruebas de detección".
El informe se publicó en la edición en línea del 19 de agosto de la revista JAMA Health Forum.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre la vacunación contra el VPH. Artículo por
HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Ashish Deshmukh, PhD, MPH, associate professor, management, policy and community health and associate director, Center for Health Services Research, University of Texas Health School of Public Health, Houston; Linda Eckert, MD, adjunct professor, global health, and professor, obstetrics and gynecology, University of Washington, Seattle; JAMA Health Forum, Aug. 19, 2022, online
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