Las muertes de niños por armas de fuego aumentan, pero unos estudios muestran que las leyes estatales ayudan

MIÉRCOLES, 29 de marzo de 2023 (HealthDay News) -- Tras un tiroteo masivo que acabó con las vidas de tres niños y tres adultos en un colegio privado cristiano el lunes en Tennessee, las autoridades públicas están hablando de nuevo sobre cómo acabar con el interminable ciclo de violencia con armas de fuego en Estados Unidos.

Una investigación reciente ofrece noticias tanto buenas como malas sobre el tema.

Dos estudios distintos del mismo investigador encontraron que las muertes por armas de fuego en que hay implicados niños de edad preescolar han aumentado a una tasa alarmantemente alta en Estados Unidos en la última década, pero que las leyes estatales podrían ayudar a frenar las muertes de niños pequeños por tiroteos.

"Las armas de fuego están ahora entre las principales causas de mortalidad de los niños estadounidenses, y ningún otro país industrializado tiene unas tasas tan altas de muertes por armas de fuego", enfatizó el investigador Jagdish Khubchandani, profesor de salud pública de la Universidad Estatal de Nuevo México.

En el primer estudio, que se publicó en la revista Journal of Community Health, Khubchandani y el coautor James Price, de la Universidad de Toledo, monitorizaron los cambios en las tendencias de mortalidad por armas de fuego entre los niños en edad preescolar de 2010 a 2020.

El estudio encontró que 1,220 niños recibieron disparos y fueron asesinados en ese periodo. Las tasas de mortalidad por las armas de fuego entre los niños en edad preescolar aumentaron en un 75 por ciento.

Alrededor de un 66 por ciento de todas las muertes por armas de fuego de niños en edad preescolar fueron homicidios, un 30 por ciento fueron muertes accidentales, y un 4 por ciento fueron indeterminadas, según el estudio.

Los homicidios provocaron la mayor cantidad de muertes por armas de fuego entre los niños blancos, con un 61 por ciento; los niños negros, con un 65 por ciento; y los niños hispanos, con un 81 por ciento.

"Los datos indican que la epidemia que empeora de violencia con armas de fuego no solo se limita a los jóvenes y a los adultos, sino que también está afectando a niños muy pequeños", comentó Khubchandani en un comunicado de prensa de la universidad. "Nuestros hallazgos muestran que, desde la década pasada, hemos estado perdiendo a casi 10 niños al mes debido a lesiones con armas de fuego. Para prevenir este problema, necesitamos métodos intersectoriales, con la participación de las familias, los proveedores de atención de la salud y los legisladores".

Los niños de sexo masculino tenían el mayor riesgo, y conformaron dos tercios de las muertes por disparos. Más de la mitad de las muertes por disparos que implicaron a niños ocurrieron en el Sur, seguido por un 24 por ciento en el Medio Oeste, un 17 por ciento en el Oeste, y un 6 por ciento en el Noreste.

"Lamentablemente, en los últimos años, la mayoría de las muertes relacionadas con las armas de fuego se han observado entre niños en edad preescolar de color o de minorías raciales/étnicas", anotó Khubchandani.

En el segundo estudio, que también se publicó en la revista Journal of Community Health y que es de los mismos autores, monitorizaron las tasas de mortalidad por armas de fuego entre los niños y adolescentes negros de hasta 19 años, basándose en si vivían en un estado que contaba con una ley de prevención del acceso infantil (CAP, por sus siglas en inglés).

Las leyes CAP se han propuesto como una estrategia para prevenir el acceso de los niños a las armas de fuego. Aunque los estados con las leyes más fuertes imponen una responsabilidad criminal, los que tienen las leyes más débiles solo prohíben a los individuos proveer armas de fuego a los niños.

Entre 2015 y 2019, un total de 6,778 jóvenes negros murieron por violencia con armas de fuego, según el estudio. Las causas principales fueron el homicidio (un 86 por ciento) y el suicidio (un 9 por ciento).

Los investigadores también analizaron los datos sobre las leyes CAP estatales, la tasa de pobreza promedio de las personas negras, el número promedio de personas con licencias federales de armas de fuego, el total de muertes por armas de fuego entre los jóvenes negros, y las tasas de mortalidad por armas de fuego por cada 100,000 individuos entre los jóvenes negros.

Al final, los estados sin leyes CAP o con unas leyes débiles tenían unas tasas más altas de mortalidad por armas de fuego entre los jóvenes negros, en comparación con los estados con unas leyes CAP fuertes, encontró el estudio.

Fue alrededor de cinco veces más probable que los estados sin una ley CAP tuvieran unas tasas de mortalidad por las armas de fuego entre los jóvenes negros más altas que el promedio nacional. La pobreza también fue un predictor significativo de las tasas de mortalidad por armas de fuego de los jóvenes negros, añadieron los investigadores.

"Nuestro análisis se limitó a un grupo de jóvenes, pero muestra [el] potencial de las leyes estatales para ayudar a reducir las muertes por armas de fuego entre los jóvenes", planteó Khubchandani. "Los adultos tienen un importante rol para garantizar unos hogares más seguros, y la policía y los legisladores deben garantizar que se haga todo lo posible por hacer que las comunidades sean más seguras".

Más información

El Centro de Investigación Pew ofrece más información sobre las muertes por las armas de fuego en EE. UU.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTE: New Mexico State University, news release, Feb. 10, 2023