Las infecciones de COVID ‘postvacunación’ pueden ayudar a prevenir la enfermedad futura
MIÉRCOLES, 28 de septiembre de 2022 (HealthDay News) -- Es muy frustrante ponerse una vacuna contra la COVID-19 y al final contraer el virus de cualquier forma.
Pero, en realidad, estas infecciones postvacunación le hacen mucho bien, al proveer una potente mejora a la protección inmunitaria producida por la vacuna, informa un nuevo estudio.
Las personas que se infectaron tras recibir la vacunación básica de dos dosis contra la COVID experimentaron una respuesta inmunitaria equivalente en potencia y efectividad a recibir un tercer refuerzo, reportaron los investigadores en una edición reciente de la revista Med.
Este aumento tiene una potencia particular en las personas mayores, cuyos sistemas inmunitarios menguantes tienden a producir unas respuestas de duración más corta a la vacuna contra la COVID, señaló el Dr. Marcel Curlin, profesor asociado de enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón (OHSU), en Portland.
"Sabemos que las respuestas inmunitarias tras la vacunación se reducen de forma significativa con la edad", apuntó Curlin. "Lo interesante es que si se ha tenido una infección natural, esta reducción por la edad ya no ocurre. Queda eliminada".
En el estudio, los investigadores midieron los anticuerpos contra la COVID de 99 empleados de la OHSU, que habían recibido la vacunación estándar de dos dosis. Entonces, compararon los niveles de anticuerpos de las personas que habían recibido una tercera dosis de refuerzo con los de las que no se molestaron con el refuerzo, pero que al final contrajeron una infección natural.
Las respuestas inmunitarias encontradas tres meses tras una tercera dosis de la vacuna al final fueron comparables con las encontradas un mes tras una infección postvacunación, según los investigadores.
Estos hallazgos ayudan a explicar por qué las infecciones postvacunación se están haciendo más leves, comentó el Dr. William Schaffner, director médico de la National Foundation for Infectious Diseases.
Por cada 10,000 pacientes vacunados que desarrollan COVID, solo 1.5 fallecen y apenas 18 sufren una enfermedad grave, según una revisión de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. que se publicó en enero y que se basó en los datos de 1.2 millones de personas vacunadas.
"Pienso que los resultados de este estudio serán recibidos con una 'afirmación' generalizada y sonrisas tanto del público como de los profesionales clínicos que atienden a los pacientes en todo el país", planteó Schaffner. "Pienso que estos resultados reflejan y ayudan a explicar gran parte de lo que se está viendo ahora alrededor del país".
En general, los resultados indican que "la vacunación es una vía hacia una enfermedad más leve", apuntó Curlin.
"La infección natural después de la vacunación debería ser leve, porque ya se tiene cierta protección, y ese efecto de remate ofrece una respuesta inmunitaria de verdad fuerte, igual de buena que una vacunación de refuerzo", dijo Curlin. "De algunas formas sutiles, quizá ofrezca ciertas ventajas inmunológicas en comparación con tres dosis".
Esto se debe a que es probable que la mejora provocada por una infección natural sea en respuesta a cualquier nueva variante de la COVID que sea la dominante en el momento, mientras que los fabricantes de las vacunas tardan más tiempo en actualizar las dosis de refuerzo para que protejan en específico de las nuevas variantes, aclararon los investigadores.
"Nunca propondríamos que se intente contraer la COVID para prevenir la COVID", enfatizó Curlin. "Pero el hecho es que si ya se ha vacunado y contrae una infección postvacunación con una de estas variantes, estará en una mejor categoría que lo protegería de una enfermedad grave en el futuro".
La vacunación parece estar ayudando en la transición de la COVID de un virus de pandemia a una enfermedad endémica parecida a la gripe o al resfriado común, más transmitible pero, en última instancia, menos dañina, apuntó Curlin.
"El tiempo está a nuestro favor, en el sentido de que se volverá menos agresiva. Pienso que, de forma gradual, nos adaptaremos mutuamente a la presencia del virus", añadió Curlin. "No es como un interruptor de la luz, que se enciende y se apaga. Es más bien un proceso. Pero, al final, llegará al punto en que ya no hablemos del tema con la misma urgencia".
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre las vacunas contra la COVID.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Marcel Curlin, MD, associate professor, infectious diseases, Oregon Health & Science University School of Medicine, Portland; William Schaffner, MD, medical director, National Foundation for Infectious Diseases, Bethesda, Md.; Med, Sept. 21, 2022
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