La raza y los ingresos son importantes factores en las muertes tras los huracanes en EE. UU.
MIÉRCOLES, 16 de agosto de 2023 (HealthDay News) -- Las tasas de mortalidad se disparan durante los eventos climáticos extremos entre los individuos más vulnerables de EE. UU., sobre todo los de grupos minoritarios.
Un estudio, que observó los huracanes durante más de tres décadas, mostró que sus impactos variaban, y que eran impulsados por diferencias en factores sociales, económicos y demográficos, por ejemplo la raza.
"De verdad queríamos comprender cuál era el impacto comparativo a lo largo del tiempo y del espacio en varias áreas de Estados Unidos", señaló el primer autor, Robbie Parks, profesor asistente de servicios de salud ambiental de la Facultad de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.
Parks comentó que no hay una forma constante de contar estas muertes por los huracanes en todo Estados Unidos. Entonces, los investigadores diseñaron un modelo que les permite estimar las muertes por tormenta, por condado y por estado.
En el estudio, los investigadores observaron los datos sobre las muertes adicionales de 1988 a 2019, y encontraron que un 94 por ciento de las muertes relacionadas con los huracanes sucedieron en condados socialmente vulnerables.
Las muertes adicionales representan la diferencia entre el número de muertes que ocurren de inmediato tras la tormenta, en comparación con el número usual de muertes.
La Parroquia de Orleáns, en Luisiana, experimentó el número más grande de muertes adicionales, con 719, después del huracán Katrina en 2005. Esto fue seguido por el condado de Harris, en Texas, con 309, tras el huracán Rita en 2005.
Otros condados con unos altos números de muertes adicionales tras las tormentas incluyeron al condado de Broward, en Florida, tras el huracán Matthew en 2016, con 185, y el condado de Nassau, en Nueva York, con 178, tras el huracán Sandy en 2012.
Un motivo de los aumentos en las muertes adicionales es que el cambio climático podría estar impulsando unos huracanes más poderosos, señalaron los investigadores. Las personas también están viviendo en lugares más vulnerables. Parks anotó un aumento en las personas que se mudan a zonas inundables, por ejemplo.
"Además hay otros motivos, que tienen que ver con la forma en que invertimos en infraestructura, la infraestructura social y la infraestructura física, también", dijo Parks.
En algunos lugares, las personas podrían vivir en sótanos, porque los costos de vivienda son altos, y los sótanos podrían inundarse.
"Es un doble golpe, de personas que son bombardeadas con los ciclones cada año en Estados Unidos, pero también en todo el mundo, que además tienen el nivel más bajo de medios con que afrontarlos", lamentó Parks.
Otros motivos de que las tormentas se cobren un precio más alto en las poblaciones vulnerables incluyen el acceso desigual a los recursos financieros, la educación, las oportunidades de trabajo, y las advertencias oportunas, apuntó el estudio. Parks atribuyó estos problemas a una longeva negligencia institucional.
Unas tormentas más grandes, más lesiones y enfermedades
Una variedad de factores relacionados con las tormentas están provocando las muertes adicionales.
Uno de ellos son las lesiones. Otro es la propagación de enfermedades infecciosas y parasitarias debido a las condiciones insalubres o a que las personas vivan hacinadas.
El estrés relacionado con la tormenta también provoca problemas cardiovasculares, como ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares. Las tormentas también pueden desencadenar problemas respiratorios.
Las personas con afecciones neuropsiquiátricas, como el Alzheimer, presentan una vulnerabilidad particular.
"A muy corto plazo, hablamos de enfermedades cardiovasculares e infecciosas, lesiones, autolesiones, violencia, enfermedades respiratorias por el polvo, apagones que apagan a los aparatos respiratorios, y personas que viven con demencia y afecciones asociadas" que son vulnerables, enfatizó Parks.
La tormenta más letal fue el huracán Katrina, anotó el estudio. En total, provocó 1,491 muertes adicionales, entre las 2,163 en general de ese año.
Kristie Ebi, profesora del Centro de Salud Global y Ambiente de la Universidad de Washington, en Seattle, apuntó que el estudio confirma investigaciones más pequeñas que muestran que las personas que tienen vulnerabilidades sociales están en riesgo durante los eventos extremos y los desastres.
Esta vulnerabilidad "tiene una variedad de motivos", comentó Ebi, que no participó en el estudio. "En primer lugar, en EE. UU. tenemos un número bastante grande de comunidades históricamente marginadas, comunidades de línea roja".
La línea roja es el término utilizado para la discriminación en la vivienda, que data de la década de los 1930, y las áreas de línea roja todavía tienden a ser lugares menos deseables donde vivir. Entre los motivos se encuentran sus riesgos potenciales en términos de los desastres naturales, por ejemplo tener menos árboles y ser vulnerables a unas temperaturas más altas en las ciudades.
Parks dijo que unas soluciones a gran escala incluirían planificación familiar para replicar los lugares que son más resilientes, y para mejorar la comunicación a nivel local. Esto debería incluir mensajes multilingües y formas más efectivas de llevar la información a las personas, anotó.
Las soluciones también podrían incluir el uso de distintos materiales de construcción para las viviendas, mover el tendido eléctrico para que sea subterráneo, y mejorar el acceso a la atención de salud y el transporte.
"El transporte es uno de los principales motivos por los cuales las personas no cumplen con las evacuaciones, así que [se necesita] tener un transporte público adecuado (autobuses o trenes) con una notificación adecuada, para que las personas de verdad puedan salir de las áreas peligrosas", enfatizó Parks.
Por otra parte, Ebi sugirió que las autoridades sopesen las mejores formas de enviar mensajes a los grupos vulnerables en los momentos de emergencias, y que lo planifiquen por adelantado. Comentó que las autoridades deberían identificar a portavoces de confianza en las comunidades, y desarrollar ese capital social que ya existe.
Otras consideraciones incluyen planificar refugios para los desastres, lo que incluye cómo se transportará a las personas a estos lugares, dónde los recogerán los transportes, cuánto tiempo permanecerán las personas en los refugios, y qué deberían llevar con ellas.
"Es de verdad importante que comprendamos mejor las consecuencias de estos eventos del tiempo y climáticos, y que tomemos medidas para proteger a las personas", añadió Ebi.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 16 de agosto de la revista Science Advances. Los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. y el Fondo Climate Change Solutions proveyeron financiación para el estudio.
Más información
NASA ofrece más información sobre el cambio climático global.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Robbie Parks, PhD, assistant professor, environmental health services, Columbia University Mailman School of Public Health, New York City; Kristie Ebi, PhD, MPH, professor, global health, and environmental and occupational health sciences, University of Washington Center for Global Health and the Environment, Seattle; Science Advances, Aug. 16, 2023
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