La ketamina podría ser un disuasorio de emergencia para las personas en riesgo de suicidio
LUNES, 7 de febrero de 2022 (HealthDay News) -- Un nuevo ensayo clínico fortalece la idea de que la ketamina, que ha sido una famosa droga recreativa, puede aliviar los pensamientos suicidas con rapidez.
Los investigadores encontraron que, entre 156 adultos hospitalizados con graves pensamientos suicidas, los que recibieron dos dosis de ketamina con frecuencia experimentaron la desaparición de estas ideas en cuestión de unos días.
El tercer día, un 63 por ciento estaban en remisión completa, en comparación con apenas un 32 por ciento de los pacientes que recibieron un placebo además de la atención estándar.
El estudio, que se publicó el 2 de febrero en la revista British Medical Journal, es el más reciente que observa los efectos de salud mental de la ketamina. El medicamento fue aprobado en Estados Unidos hace décadas como anestésico, y entonces se convirtió en una popular droga de fiestas, conocida por nombres como "special K", debido a sus efectos de alteración mental.
Pero hace mucho que los investigadores conocen el potencial de la ketamina, a unas dosis bajas y en condiciones bien controladas, para tratar los síntomas psiquiátricos.
En los últimos años, ha emergido casi como un medicamento milagroso para los pacientes con una depresión grave que no mejora con el tratamiento estándar.
La ketamina puede a veces ofrecer un alivio rápido a algunas personas, incluso en un solo día. Los expertos afirman que esto es particularmente crítico para las que tienen un riesgo de hacerse daño.
Los nuevos hallazgos amplían las evidencias de que la ketamina puede ayudar a esos pacientes a superar una crisis, comentó el Dr. Paul Kim, profesor asistente de psiquiatría y ciencias conductuales de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore.
Por supuesto, este no es el final de la historia, y las personas necesitan atención de seguimiento. Kim dijo que esto podría implicar modificar cualquier terapia con antidepresivos que un paciente haya estado tomando, incluso la dosis.
"A veces se encuentra que no son efectivos a la dosis terapéutica", anotó Kim, que no participó en el estudio.
Aunque la ketamina puede funcionar con rapidez, tomarla no es fácil. Se tiene que administrar como infusión, bajo una cuidadosa supervisión médica, sobre todo debido a sus efectos "disociativos", o lo que los profanos llamarían drogarse.
En general, la ketamina desencadena una alteración de las percepciones de la realidad, como alucinaciones, poco después de que se administra. También puede provocar un aumento a corto plazo en la presión arterial.
La forma exacta en que la ketamina brinda alivio a las personas que sienten una profunda angustia no está clara del todo. Pero los investigadores saben que la ketamina tiene distintos objetivos en el cerebro que los antidepresivos estándar, y esto incluye mejorar la actividad de un compuesto llamado glutamato, que ayuda a las células cerebrales a comunicarse entre sí. Los estudios también sugieren que la ketamina fomenta el resurgimiento de las sinapsis, que son las conexiones entre las células del cerebro, que pueden mermarse en las personas con una depresión duradera.
En el nuevo estudio, unos investigadores de Francia reclutaron a pacientes que fueron admitidos de forma voluntaria al hospital por unos intensos pensamientos suicidas. Todos recibieron la atención estándar, que incluía los antidepresivos, la psicoterapia y reuniones con la familia.
Además, 73 fueron asignados al azar a recibir dos infusiones de ketamina, con 24 horas de diferencia. Los demás pacientes recibieron infusiones de placebo con fines de comparación.
El tercer día, los pacientes que tomaron ketamina tenían una tasa dos veces más alta de remisión, lo que significa que sus pensamientos suicidas se habían resuelto. La diferencia no siguió siendo estadísticamente significativa tras seis semanas, ya que a los pacientes de ambos grupos les estaba yendo mejor: un 69.5 por ciento de los pacientes que tomaron ketamina estaban en remisión, al igual que un 56 por ciento de los pacientes que recibieron el placebo.
El ensayo sí arrojó un resultado inesperado: el beneficio temprano de la ketamina se observó sobre todo en los pacientes con un trastorno bipolar, en lugar de depresión mayor.
Esto es sorprendente, porque en general la ketamina se administra a personas con una depresión grave, y no con el trastorno bipolar, comentó el Dr. Riccardo De Giorgi, de la Universidad de Oxford en Inglaterra, autor de un editorial que se publicó junto con el estudio.
"Esto podría sugerir que los mecanismos biológicos y psicológicos subyacentes de la ideación suicida quizá sean distintos entre estos dos trastornos, una vía importante para investigaciones posteriores", señaló.
Pero dadas las evidencias anteriores de que la ketamina puede ser beneficiosa para las personas con depresión e ideación suicida, el panorama no está claro. La conclusión es que se necesita investigación continua, según De Giorgi.
La ketamina no está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. para tratar la depresión. Pero los médicos pueden recetarla para este fin "fuera de etiqueta, y lo hacen.
Además, hay una versión de la ketamina aprobada por la FDA, llamada esketamina (Spravato). Se aprobó inicialmente en 2019 para el tratamiento de la depresión resistente al tratamiento, y luego para las personas con depresión y pensamientos y conductas suicidas agudas.
Como la esketamina está aprobada por la FDA y es más probable que el seguro la cubra, quizá sea una opción preferible a la ketamina en el mundo real, según Kim.
Otra diferencia es que la esketamina se administra a través de un aerosol nasal.
Pero, dijo Kim, la esketamina se sigue administrando bajo supervisión médica, no en casa, porque puede tener los mismos efectos secundarios que la ketamina.
Concurrió en que se necesita investigación continua. La ketamina y la esketamina todavía son nuevas en el campo de la gestión de la depresión y los pensamientos suicidas, apuntó Kim, y los proveedores están intentando averiguar la mejor forma de integrarlas a la atención.
Pero las personas deben saber que hay ayuda disponible, apuntaron Kim y De Giorgi.
"Incluso cuando la vida parece más oscura, hay ayuda disponible", indicó De Giorgi. "Si los pensamientos suicidas son el problema, por favor pida ayuda".
Que la ketamina sea una opción, apuntó, dependerá de las circunstancias individuales, además de la disponibilidad del medicamento. No hay una solución universal, y De Georgi dijo que las personas deben hablar con su proveedor sobre el mejor plan de tratamiento para ellas.
Más información
La Alianza Nacional Sobre Enfermedades Mentales (National Alliance on Mental Illness) ofrece más información sobre cómo gestionar las crisis de salud mental.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Riccardo De Giorgi, MD, Wellcome Trust doctoral training fellow, University of Oxford, U.K.; Paul Kim, MD, PhD, assistant professor, psychiatry and behavioral sciences, Johns Hopkins University School of Medicine, Baltimore; British Medical Journal, Feb. 2, 2022, online
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