La grasa que crece alrededor de los músculos podría ser un asesino silencioso
JUEVES, 18 de mayo de 2023 (HealthDay News) -- Todos saben que la acumulación de grasa alrededor de los órganos abdominales es malsana, pero hay una forma más insidiosa de grasa que podría resultar incluso más peligrosa para la salud, señala un estudio reciente.
La grasa que se infiltra en los músculos parece aumentar de forma dramática el riesgo de muerte, según unos hallazgos que se publicaron en la edición del 16 de mayo de la revista Radiology.
La grasa infiltrada en el músculo, una afección que se conoce como mioesteatosis, se asoció con un aumento de un 15.5 por ciento en el riesgo absoluto de morir en un grupo de adultos sanos, encontraron los investigadores.
Como comparación, la obesidad pareció aumentar el riesgo absoluto de mortalidad de los participantes en tan solo un 7.6 por ciento, muestran los resultados. La enfermedad del hígado graso aumentó el riesgo en un 8.5 por ciento, y el deterioro muscular en un 9.7 por ciento.
"La señal [de riesgo de la grasa infiltrada en el músculo] fue mucho más fuerte en esta cohorte por lo demás sana", comentó el investigador sénior, el Dr. Perry Pickhardt, jefe de imágenes gastrointestinales de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin. "De verdad se destacó como un biomarcador fuerte, más allá de las cosas que pienso que todos aceptamos como medidas importantes".
"Pienso que se realizarán perfiles de pacientes, en que si se determina que alguien tiene mioesteatosis y un hígado muy graso, o quizá una grasa abdominal abundante, le podría ir mucho peor que si solo tuviera una o dos de estas", añadió Pickhardt.
La grasa ha sido un tema de creciente interés en los campos de la obesidad y de la diabetes, observó el Dr. Steven Heymsfield, profesor de metabolismo y composición corporal del Centro Pennington de Investigación Biomédica de la Universidad Estatal de Luisiana.
Dentro de cada célula de músculo se encuentra naturalmente una cantidad pequeña y saludable de grasa, que se puede utilizar para generar energía, aclaró Heymsfield, que no participó en el estudio.
El problema de salud real se origina en el exceso de grasa que se acumula en el exterior de las células y alrededor de las fibras y los paquetes musculares.
Imagínese un filete
"Si se imagina un filete, la grasa del filete, a esto es a lo que nos enfrentamos", apuntó Heymsfield. "Más o menos en la última década, se ha mostrado que se correlaciona con unos resultados de salud adversos, como muestra este estudio".
En promedio, las personas portan algunos kilos de grasa muscular, distribuidos por todo el cuerpo, aclaró Heymsfield. Es más probable que se acumule en las piernas que en otras regiones del cuerpo.
Pickhardt y sus colegas realizaron el estudio en un grupo de casi 9,000 pacientes sanos, que se sometieron a TC de dosis baja para la detección del cáncer de colon, un procedimiento conocido como colonoscopia virtual, entre 2004 y 2016.
Los investigadores se dieron cuenta de que estas TC podrían ser útiles para evaluar otros problemas de salud potenciales, dada la gran cantidad de datos que los escáneres reúnen sobre el físico de una persona.
"Cuando observamos las medidas de la grasa y los músculos viscerales, y del calcio en la aorta, la grasa en el hígado o la densidad de la médula ósea, todas estas cosas se suman y, básicamente, al final se tiene una especie de potente examen físico virtual, por así decirlo, y esto se puede aprovechar con las TC realizadas por cualquier motivo", planteó Pickhardt.
"Lo llamamos 'detección oportunista' por ahora, porque toma unos datos que antes se pasaban más bien por alto o se descartaban, y los aprovecha de nuevas formas", añadió.
El equipo de la investigación entrenó a una herramienta de inteligencia artificial (IA) para que extrajera las medidas de la composición corporal de las TC abdominales, en específico de la grasa abdominal, la grasa muscular, la grasa del hígado y el deterioro muscular de cada persona.
El software automático simplificó el proceso. "Hacerlo con otros métodos habría tardado toda una vida", aseguró Heymsfield.
Entonces, los investigadores monitorizaron a los participantes, durante un promedio de nueve años, para ver si alguna de estas medidas se podría relacionar con problemas de salud importantes o muerte precoz.
La grasa muscular no solo se asoció con el mayor riesgo de morir, sino que la asociación se sostuvo incluso después de que los investigadores tomaran en cuenta el IMC (índice de masa corporal) de cada persona, que es la mejor medida disponible para la obesidad.
Las personas delgadas también están en riesgo
"El IMC fue en realidad un factor de predicción muy flojo, y tuvo una señal muy débil", apuntó Pickhardt. "Está claro que hay pacientes que no eran obesos y que tenían esta medida muscular mala. Esto es lo que hace que sea tan importante: hay personas delgadas, en términos del IMC, que en realidad tienen un peor perfil de salud de lo que se podría pensar".
Pero este estudio no puede establecer una relación causal clara entre la grasa muscular y el riesgo de morir, anotó la Dra. Angela Tong, profesora clínica asistente de radiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York.
La grasa muscular podría acumularse debido a otro problema de la salud, que sea el riesgo real, planteó Tong, que fue coautora de un editorial que se publicó con el estudio.
"Pienso que es más bien una señal de otra cosa que está sucediendo, tal vez de algo más de su salud que no le permite ser activo", dijo Tong. "Hay que buscar con cuidado si hay algún problema cardiaco, o diabetes".
Otros estudios han establecido un vínculo entre los músculos con grasa y unos malos resultados. Por ejemplo, una revisión de las evidencias llevada a cabo en 2020, que se publicó en la revista Critical Reviews in Oncology/Hematology, encontró que los pacientes con cáncer que tenían un diagnóstico de mioesteatosis presentaban un riesgo de mortalidad un 75 por ciento más alto que los que no tenían músculos grasos.
¿Cómo sucede?
No está exactamente claro por qué los músculos podrían comenzar a acumular la grasa, apuntó Heymsfield.
"Podría haber algo de genética implicada, y aumenta a medida que se envejece, a pesar de las mejores intenciones de levantar pesas o hacer ejercicio", apuntó Heymsfield.
Se sabe que la grasa muscular se acumula si los músculos se atrofian, dijo Heymsfield.
"Por ejemplo, si tiene una pierna enyesada y el músculo se atrofia, a vece esas células musculares son reemplazadas por células grasas", explicó Heymsfield. "Es probable que esto sea la mayor fuente de lo que estos investigadores encontraron".
Por ejemplo, la mioesteatosis es característica de ciertos tipos de distrofia muscular, observó Heymsfield.
No está claro cómo se puede eliminar la grasa muscular indeseada, lamentó Heymsfield.
"La ciencia está evolucionando, pero pienso que, mayormente, si se pierde peso y se hace ejercicio, diría que son dos formas de verdad buenas de reducirla", observó Heymsfield. "Podía haber una parte que no desaparecerá sin importar qué se haga, posiblemente la parte genética que proviene de la muerte de las células musculares".
Una revisión de las evidencias de 2021, publicada en la revista Journal of Applied Physiology, encontró que "el ejercicio puede mejorar de forma significativa la calidad muscular en las poblaciones en riesgo de desarrollar obesidad", lo que hace que la grasa en los músculos se reduzca.
Este estudio muestra que las TC podrían ser una herramienta útil para una variedad de pruebas de detección de la salud, entre ellas la grasa en los músculos, planteó Pickhardt.
"Preveo que en un momento de un futuro no muy distante habrá una medida de detección planificada", aseguró Pickhardt. "Se puede hacer más o menos con la misma cantidad de radiación que una radiografía abdominal estándar".
"Dudo un poco en llamarle un examen físico virtual, pero es más o menos ese concepto", añadió Pickhardt.
Heymsfield comentó que las TC parecen ser la mejor forma de evaluar los niveles de grasa muscular en este momento. "Se podría obtener un estimado mediante ultrasonido, pero no con el mismo grado de precisión", advirtió.
Pero las personas no deberían preocuparse activamente de si sus músculos son grasos, dado que la ciencia sobre este tema es muy nueva, agregó.
"Pienso que lo que va a suceder ahora es que dado que la IA y otros métodos de análisis se van a volver ubicuos, los radiólogos recibirán estos datos de forma automática cuando realicen una TC abdominal", afirmó Heymsfield. "Como resultado, las personas comenzarán a preguntarse qué hacer con eso. La respuesta será que si se tiene sobrepeso o se hace muy poco ejercicio, son dos cosas que se podrían hacer fácilmente como respuesta".
Más información
El Consejo Americano del Ejercicio (American Council on Exercise) ofrece más información sobre la grasa y el ejercicio.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Perry Pickhardt, MD, chief, gastrointestinal imaging, University of Wisconsin School of Medicine and Public Health; Steven Heymsfield, MD, professor, metabolism and body composition, Louisiana State University Pennington Biomedical Research Center; Angela Tong, MD, clinical assistant professor, radiology, New York University Grossman School of Medicine; Radiology, May 16, 2023
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