La falta de aliento de la ‘COVID prolongada’ podría apuntar a un daño cardiaco
VIERNES, 10 de diciembre de 2021 (HealthDay News) -- La falta de aliento de las personas que tienen una "COVID prolongada" quizá no se trate solo de los pulmones, sino que podría indicar un caño cardiaco por la enfermedad, sugiere una investigación reciente.
"Los hallazgos podrían ayudar a explicar por qué algunos pacientes con COVID prolongada siguen experimentando falta de aliento un año más tarde, e indican que podría vincularse con una reducción en el rendimiento del corazón", explicó la autora del estudio, la Dra. Maria-Luiza Luchian, del Hospital Universitario de Bruselas, en Bélgica.
Su equipo presentó los hallazgos el jueves en la reunión anual virtual de la Sociedad Europea de Cardiología (European Society of Cardiology, ESC).
El nuevo estudio incluyó a 66 pacientes, con una edad promedio de 50 años, que no tenían antecedentes de enfermedad cardiaca o pulmonar antes de ser hospitalizados por la COVID-19 entre marzo y abril de 2020 en el hospital de Luchian, en Bruselas.
Un año tras salir del hospital, un 35 por ciento de los pacientes seguían experimentando una falta de aliento durante la actividad física.
Todos los pacientes se sometieron a imágenes de los pulmones y el corazón, entre ellas una nueva técnica de imágenes, llamada "trabajo miocárdico", que provee una información más precisa sobre la función cardiaca que métodos anteriores, apuntaron los investigadores.
Los resultados revelaron un peor rendimiento del corazón en las personas con falta de aliento, en comparación con las que no presentaban falta de aliento. También hubo una asociación significativa e independiente entre una función cardiaca anómala y una falta de aliento persistente ("disnea"), anotaron los autores del estudio.
"Nuestro estudio muestra que más de un tercio de los pacientes con COVID-19 sin antecedentes de enfermedad cardiaco o pulmonar tenían una disnea persistente durante el esfuerzo un año tras el alta del hospital", dijo Luchian en un comunicado d prensa de la ESC.
"Cuando se observó la función cardiaca en detalle mediante un ultrasonido cardiaco, observamos anomalías sutiles que podrían explicar la falta de aliento continua", anotó.
"Se necesitan estudios futuros que incluyan a distintas variantes de la COVID-19 y al impacto de la vacunación, para confirmar nuestros resultados en la evolución a largo plazo y las posibles consecuencias cardiacas de esta enfermedad", sugirió Luchian.
Dos expertos en Estados Unidos dijeron que estos hallazgos eran interesantes, pero que se necesitan más estudios.
El Dr. Michael Goyfman es jefe de cardiología clínica de Long Island Jewish Forest Hills, en la ciudad de Nueva York. Señaló que el trabajo miocárdico todavía no está muy disponible en la práctica clínica de rutina, y que "sigue sin estar claro qué tratamientos serían útiles para los pacientes con falta de aliento un año tras la COVID que presentan estas anomalías ecocardiográficas específicas. Unos estudios adicionales serían útiles para aplicar estos hallazgos en pacientes".
La Dra. Roshini Malaney es cardióloga en el Hospital de la Universidad de Staten Island, también en la ciudad de Nueva York. Explicó que "la falta de aliento es uno de los síntomas más comunes de muchas afecciones cardiacas, como el ataque cardiaco, la insuficiencia cardiaca y la inflamación del músculo cardiaco, que también se conoce como miocarditis o pericarditis".
Malaney añadió que "se sabe que la COVID-19 provoca unos niveles altos de inflamación en el cuerpo, que pueden acelerar o inducir una afección cardiaca que no existía antes". Ciertos factores de riesgo (fumar, un colesterol alto, la hipertensión y la diabetes) pueden aumentar el riesgo de una persona incluso más, advirtió.
"Unos síntomas persistentes tras una infección con la COVID-19, en particular la falta de aliento, deberían justificar una evaluación rápida en el cardiólogo, debido a la posibilidad de daño subyacente en el músculo cardiaco por la infección", considera Malaney. Los ecocardiogramas pueden ayudar a confirmar un diagnóstico.
"Se trata de una prueba fácil que no es invasiva, que se puede realizar en un consultorio, que nos da mucha información sobre el corazón y su función, y que puede detectar el daño debido a la COVID-19", aseguró Malaney.
Como los hallazgos belgas fueron presentados en una reunión médica, deben considerarse preliminares hasta que sean publicados en una revista revisada por profesionales.
Más información
Aprenda más sobre la COVID prolongada en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Roshini Malaney, MD, cardiologist, Staten Island University Hospital, New York City; Michael Goyfman MD, chief of cardiology, Long Island Jewish Forest Hills, New York City; European Society of Cardiology, news release, Dec. 9, 2021
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