¿La COVID prolongada podría cambiar la actividad cerebral?
LUNES, 1 de mayo de 2023 (HealthDay News) -- Unos científicos informan que los escáneres cerebrales de los pacientes con COVID prolongada muestran una actividad anómala en áreas relacionadas con la memoria.
Los resultados de los escáneres validan las preocupaciones de estos pacientes, que sienten que experimentan fatiga, dificultad para concentrarse y problemas de memoria, aunque sus puntuaciones en pruebas de pensamiento no lo muestren.
"Pudimos mostrar que aunque sean capaces de realizar la tarea, y lo hicieron todo correctamente, el cerebro funcionaba de una forma que muestra que está compensando", señaló la investigadora principal, la Dra. Linda Chang, neuróloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland. "El cerebro en realidad utiliza distintas partes del cerebro para hacer el trabajo. Esto significa que la red cerebral normal no funciona igual de bien".
Chang y su equipo de investigación lo estudiaron en 29 personas que se habían infectado con COVID unos siete meses antes. De este grupo, nueve fueron hospitalizados por la enfermedad. Cada paciente tenía al menos un síntoma neuropsiquiátrico continuo.
El grupo del estudio se emparejó con un grupo de control de 21 personas sin antecedentes conocidos de infección con la COVID.
Además de los IRM funcionales, cada participante se sometió a pruebas para evaluar las habilidades de pensamiento y memoria, la salud emocional, el movimiento, el dolor, la fatiga, la depresión y la ansiedad.
"Hacerlo les cuesta mucho más esfuerzo. Mostramos que el cerebro tiene que trabajar mucho más arduamente para realizar la tarea", apuntó Chang.
Los pacientes del estudio también tenían una resistencia motora más baja, comentó Chang. Caminaban más lentamente. Su destreza estaba afectada. También reportaron más rabia, tristeza y estrés, al mismo tiempo que sentían que tenían menos significado y propósito.
Estos pacientes se beneficiarían tanto de rehabilitación física como de tratamiento psiquiátrico, anotó.
Chang comparó los cambios en el cerebro con lo que ocurre en los pacientes con VIH y con lesiones cerebrales traumáticas.
Nadie sabe cuánto durarán los síntomas ni cuándo sus cerebros podrían volver a un funcionamiento normal, apuntó. Es posible que sea muy individual, y que las personas se recuperen a ritmos distintos.
"La COVID no es exactamente igual que otras infecciones virales, u otras afecciones de lesión cerebral", aclaró Chang. "Pero, al mismo tiempo, no importa cuál sea la causa, una vez resulta lesionado, el cerebro tiene que compensar. Tiene que trabajar más. Y esto es lo que vemos".
Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 26 de abril de la revista Neurology.
La Dr. Helen Lavretsky, directora de la Clínica de Psiquiatría de la COVID prolongada de la UCLA, aseguró que el trabajo es útil, porque documenta la experiencia de estos pacientes. Lavretsky no participo en el estudio.
"Tienen que trabajar más que los controles para funcionar al mismo nivel", dijo Lavretsky, y anotó la similitud con la enfermedad de Alzheimer, el deterioro cognitivo leve, la lesión cerebral traumática y el "quimiocerebro".
Los expertos apenas están enterándose de qué conllevará ayudar a estos pacientes a mejorar, comentó.
"Mientras más jóvenes sean, más probable es que mejoren. Tardará meses, muchos meses", advirtió Lavretsky.
Una de las especialidades de Lavretsky es la medicina integrativa, de forma que sus recomendaciones para mejorar incluyen ejercicios para la memoria, la reducción del estrés y la acupuntura para calmar la inflamación del cuerpo.
"Se está convirtiendo en una enfermedad crónica. Puede mejorar con un nivel alto de gestión de enfermedad crónica", planteó.
Incluso las infecciones leves con la COVID pueden conducir a la COVID prolongada, observó Lavretsky. Tener afecciones preexistentes, entre ellas el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, el asma, las infecciones virales anteriores o los trastornos autoinmunes aumenta el riesgo de COVID prolongada.
Algunos tratamientos enfocados en el bienestar pueden ser costosos, y el seguro tal vez no los cubra, lo que puede aumentar las disparidades, anotó.
Una limitación del estudio es que se realizó sobre todo en pacientes que tuvieron la variante delta, y no está claro si las personas que tuvieron otras variantes presentarían los mismos síntomas. Además, no se realizaron pruebas de anticuerpos en el grupo de control para confirmar que nunca habían tenido COVID.
Ahora, los investigadores planifican seguir trabajando con los participantes del estudio, y realizar unos escáneres cerebrales repetidos para medir la mejora con el tiempo, dijo Chang.
Unos 650 millones de personas de todo el mundo han tenido infecciones con la COVID, comentó Chang, y algunos estimados dicen que un 10 por ciento experimentarán la COVID prolongada.
"Entonces, se estaría hablando de 65 millones de personas de todo el mundo que podrían tener esta afección", advirtió Chang. "Son muchas personas".
La Organización Mundial de la Salud estima ahora que ha habido más de 764 millones de casos de infección con la COVID, y más de 6.9 millones de muertes.
Más información
La Organización Mundial de la Salud ofrece más información sobre la afección posterior a la COVID-19, o COVID prolongada.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Linda Chang, MD, professor, diagnostic radiology and nuclear medicine and neurology, University of Maryland School of Medicine, Baltimore; Helen Lavretsky, MD, director, Long-COVID Psychiatry Clinic, UCLA Health, Los Angeles; Neurology, April 26, 2023
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