Casi 1 de cada 3 estadounidenses en edad universitaria es ahora obeso
MARTES, 23 de noviembre de 2021 (HealthDay News) -- Es probable que la mayoría de las personas hayan oído hablar de las supuestas 15 libras (casi 7 kilos) que con frecuencia se dice que los estudiantes universitarios aumentan cuando salen de casa por primera vez.
Pero en las últimas décadas, las cosas han empeorado mucho en Estados Unidos. Un nuevo estudio que utilizó datos nacionales de personas de 18 a 25 años encontró que aunque la prevalencia de obesidad era de poco más de un 6 por ciento entre 1976 y 1980, alcanzó un 33 por ciento entre 2017 y 2018.
"Sabemos que estas son las tendencias que hemos observado en los niños, en los adultos, en todos los grupos de edad, pero la magnitud del aumento nos dejó algo sorprendidos", señaló la autora del estudio, Alejandra Ellison-Barnes, profesora asistente de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore.
"No sabemos si es significativamente más alto que en los niños porque no realizamos ese análisis, pero parece ser más alto. Y nos sorprendió que el IMC [índice de masa corporal] promedio en este grupo de edad esté ahora en el rango de sobrepeso", comentó Ellison-Barnes.
Aunque no es novedoso que a los expertos les preocupe la obesidad en la mayoría de los grupos de edad, encontrar soluciones para este grupo de edad podría ofrecer una inmensa oportunidad de salud pública, sugirieron los investigadores.
El estudio concluyó que este grupo de edad podría ser un objetivo clave para la prevención de la obesidad, dado que los hábitos que se forman en este periodo con frecuencia persisten a lo largo de toda la vida.
Estos años de la adultez temprana son críticas para el desarrollo del adulto, y están llenos de importantes transiciones vitales, anotó Ellison-Barnes. También es un periodo en que los científicos observan el surgimiento de la obesidad. Los investigadores están trabajando para averiguar por qué, apuntó, lo que incluye estudiar si unas tendencias culturales en términos de la educación o la fuerza laboral en las últimas décadas podrían estar contribuyendo a estos cambios.
"Perder peso en general, y en particular mantener la pérdida de peso, es notoriamente difícil", advirtió Ellison-Barnes. "En el pasado, los estudios han mostrado que incluso (y esto se aplica a todos los adultos, no solo a los adultos emergentes), que incluso los que tienen éxito al perder peso con frecuencia recuperan la mayor parte en un plazo de cinco años. Esperamos poder observar a la adultez emergente como un periodo potencialmente crítico para prevenir el establecimiento del sobrepeso o la obesidad, que en teoría persistiría en la adultez, porque una vez se establece revertirlo es difícil".
Hay ciertos precedentes de adolescentes con obesidad emergente que la revierten en la adultez temprana, dijo, y podrían ayudar a proveer información sobre cómo revertir la tendencia en los adultos emergentes.
Los hallazgos aparecen en la edición del 23 de noviembre de la revista Journal of the American Medical Association.
Los resultados del estudio con coherentes con otros datos que ha visto, afirmó la Dra. Caroline Apovian, codirectora del Centro de Gestión del Peso y Bienestar del Hospital Brigham and Women's, en Boston.
"La tasa de obesidad en todos los grupos de edad es más alta que antes", dijo Apovian.
Las teorías sobre los motivos incluyen que se trata del suministro de alimentos, y que tal vez las personas que tienen una predisposición genética a la obesidad están reaccionando a dietas de alimentos ultraprocesados, almacenándolos como grasa, mientras que alguien que está predispuesto a ser delgado podría quemar esos mismos alimentos, añadió.
Algunos creen que los termostatos modernos, que están bien controlados, han evitado que los cuerpos trabajen arduamente para mantener sus temperaturas centrales en el frío y el calor, anotó. Además, quizá algunos ingredientes de los alimentos ultraprocesados estén afectando a los centros de recompensa de las personas, y haciendo que deseen una mayor cantidad de ciertos alimentos malsanos. El suministro de alimentos también podría contener disruptores endocrinos.
"Hay todas estas asociaciones con otros aspectos de nuestro ambiente que han cambiado a medida que la prevalencia de la obesidad ha aumentado", explicó Apovian. "Todo lo que sabemos es que no se relega por completo a los genes, porque nuestros genes en realidad no han cambiado de forma tan drástica en ese periodo corto, pero lo que ha cambiado son varios aspectos del ambiente, lo que incluye al suministro de alimentos y lo que el suministro de alimentos contiene".
En cuanto a las soluciones para este grupo de edad, que incluye a los estudiantes universitarios, Apovian dijo que aunque las universidades podrían tener opciones saludables de comida y ejercicio, quizá necesiten más atención de la salud mental para sus estudiantes, porque para muchos es una transición muy difícil.
El estudio incluyó los datos de poco más de 8,000 adultos emergentes de la Encuesta nacional de examen de la salud y la nutrición de EE. UU. Una limitación del estudio fue que solo incluyó a participantes blancos y negros que no eran hispanos.
Según Ellison-Barnes, la obesidad es un complejo problema de la salud y una "red de factores" la influyen en el individuo. "No creo que haya panaceas en términos de una cosa que deba cambiar", apuntó. "Es un problema de salud muy complejo. Será una combinación compleja".
La obesidad es preocupante, porque se asocia con un mayor riesgo de una variedad de problemas de la salud, entre ellos la diabetes y la enfermedad cardiaca.
"La obesidad en esta población de verdad ha aumentado de manera significativa, y es de verdad importante que trabajemos para comprender los factores que contribuyen, para que podamos desarrollar unas intervenciones preventivas y de tratamientos adecuadas para los adultos emergentes", añadió Ellison-Barnes.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la obesidad en la adultez.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Alejandra Ellison-Barnes, MD, MPH, assistant professor, medicine, Johns Hopkins University School of Medicine, Baltimore; Caroline Apovian, MD, co-director, Center for Weight Management and Wellness, division of endocrinology, diabetes and hypertension, Brigham and Women's Hospital, Boston; Journal of the American Medical Association, Nov. 23, 2021
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