Aumentan las publicaciones de adolescentes que se cortan y se hacen otras autolesiones en los medios sociales
MIÉRCOLES, 17 de noviembre de 2021 (HealthDay News) -- Los adolescentes estadounidenses recurren cada vez más a Instagram, un gigante de los medios sociales, para compartir imágenes graficas de sus propios intentos de autolesionarse, revela un estudio reciente.
"Quizá sea un intento de compartir su dolor emocional o psicológico con otros, o de encontrar el respaldo de otras personas", planteó la autora principal del estudio, Amanda Giordano, profesora asociada de servicios de consejería y desarrollo humano de la Universidad de Georgia, en Athens. "Tal vez sea para discutir distintas formas de autolesión o cómo ocultarlo o hacerlo de una forma que no conduzca a una infección. También podría ser una forma de buscar ayudas y motivos para dejar de hacerlo".
Independientemente del motivo, los investigadores que monitorizaron Instagram en 2018 encontraron que las publicaciones de adolescentes enfocadas en las autolesiones (como cortarse o quemarse uno mismo) aumentaron de forma significativa a lo largo del año.
Por ejemplo, en enero y febrero de 2018, los adolescentes publicaron entre 58,000 y 68,000 imágenes con etiquetas relacionadas con alguna forma de autolesión en que el suicidio no era la meta aparente. Los investigadores determinaron que estas imágenes reflejaban autolesiones no suicidas (ALNS).
Pero en diciembre de 2018, esa cifra se había disparado a más de 112,000, encontró el estudio, con unos aumentos notables en el uso de tres etiquetas: #selfharm (autolesión), #hatemyself (me odio a mí mismo) y #selfharmawareness (concienciación sobre las autolesiones).
El panorama general también era lúgubre. A todo lo largo de 2018, más de 1.2 millones de adolescentes que publicaron ALNS fueron identificados en Instagram, acompañados por una de las tres etiquetas, junto con otras dos: #cutting (cortes) y #selfharmmm (una variante de autolesión).
En general, la etiqueta #selfharm se vinculó de la forma más estrecha con el suicidio (un 25.4 por ciento), y luego con la depresión (un 25.2 por ciento), seguida por la autolesión (un 13.1 por ciento) y la angustia mental general (un 9.5 por ciento), encontró el estudio.
La etiqueta #hatemyself se asoció de la forma más cercana con el suicidio (un 32.1 por ciento), y luego con la depresión (un 31.2 por ciento), la autolesión (un 19.9 por ciento) y la ansiedad/pánico (un 6.7 por ciento).
Un aumento en las autolesiones en sí entre los adolescentes parece impulsar el aumento en las expresiones en línea al respecto, apuntó Giordano.
Anotó que investigaciones recientes mostraron que alrededor de un 17 por ciento de los adolescentes de EE. UU. se autolesionaron en el año anterior. Y ese porcentaje parece estar en aumento. Por ejemplo, un estudio reciente indicó que la autolesión entre los estudiantes universitarios de primer año se disparó de menos de un 3 por ciento en 2008 a más de un 19 por ciento en 2015.
Junto con otras investigaciones, estos hallazgos sugieren que "las autolesiones afectan a un número sustancial de individuos, y que las tasas podrían estar en aumento", advirtió Giordano.
"A medida que la prevalencia de las autolesiones aumenta", continuó, "no resulta sorprendente que las etiquetas relacionadas con las autolesiones también aumenten en las plataformas de medios sociales".
Giordano y sus colaboradores encontraron varias indicaciones de que esto es justo lo que está sucediendo.
Por ejemplo, el equipo anotó que mientras que la etiqueta #selfharm casi nunca se usó en enero de 2018, en diciembre, acompañaba a más de 45,000 publicaciones de adolescentes.
Y para finales de año, apenas una de las cinco etiquetas ALNS resaltadas (#selfharmmm) experimentó una reducción en el uso total.
En cuanto a qué impulsa a los adolescentes a compartir sus experiencias de autolesión en los medios sociales, Giordano sugirió que es probable que tengan varias necesidades que piensan que aplicaciones como Instagram pueden satisfacer.
Y también podría reflejar un peligroso fenómeno de imitación. Mientras más ven los adolescentes las publicaciones de otros sobre las autolesiones, más curiosidad sienten y más inclinados podrían mostrarse a imitar lo que ven y a entonces compartir esa experiencia en línea, apuntó Giordano.
Cualquiera que sea el motivador principal, el análisis planteó una importante preocupación: las dos etiquetas que más se asociaron con las relacionadas a la autolesión fueron #suicide (suicidio) y #depression (depresión).
"Por tanto, parece que los individuos que están utilizando etiquetas relacionadas con las autolesiones las están asociando con pensamientos suicidas, y también con sentimientos de depresión", señaló. "Para mí, esto enfatiza la necesidad de hablar sobre la salud mental con los jóvenes, y asegurar que tengan el respaldo que necesiten".
El Dr. Robert Glatter, médico de medicina de emergencias del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York, se hizo eco de esta idea.
"El significativo aumento en las publicaciones en los medios sociales relacionadas con las autolesiones es una alarma no solo para los niños y los adolescentes, sino también para sus padres y cuidadores", aseguró.
Glatter anotó que "el motivo de un aumento de este tipo es complejo", y sugirió que las conductas de autolesión, como cortarse, "pueden ser una llamada de auxilio, y servir como forma de alertar a los padres, los amigos y los maestros de un dolor y un sufrimiento emocionales actuales". Y añadió que es probable que los sentimientos de aislamiento, depresión y ansiedad hayan empeorado desde que la pandemia de COVID se arraigó.
Glatter sugiere que los padres monitoricen el tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas y el uso que hacen de ellas, con miras a prevenir que los adolescentes bajen por "una peligrosa pendiente" en que la autolesión se normaliza como salida para el dolor y el sufrimiento emocionales.
"Los padres deben crear un ambiente abierto y sin críticas para poder compartir y comunicar, con el fin de permitir a sus hijos que sean honestos y abiertos sobre lo que está sucediendo en sus vidas", sugirió. "Cuando un niño siente que tiene una línea de comunicación abierta, el potencial de una intervención temprana, lo que incluye una evaluación y una remisión psiquiátricas, puede salvar y cambiar su vida".
Los hallazgos fueron publicados en una edición reciente de la revista International Journal for the Advancement of Counselling.
Más información
Aprenda más sobre los adolescentes y las autolesiones en la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Amanda Giordano, PhD, associate professor, counseling and human development services, University of Georgia, Athens; Robert Glatter, MD, emergency medicine physician, Lenox Hill Hospital, New York City; International Journal for the Advancement of Counselling, Sept. 29, 2021
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