Así evita la vacuna contra la COVID que las personas sean hospitalizadas
MARTES, 8 de agosto de 2023 (HealthDay News) -- La mayoría de las personas saben que aunque la vacunación no elimina su riesgo de contraer la COVID-19, sí reduce las probabilidades de una enfermedad grave, lo que incluye su riesgo de hospitalización y muerte.
Ahora, los investigadores creen que saben por qué.
Entre las personas con una infección sintomática con la COVID, las que estaban vacunadas por completo tenían menos marcadores de inflamación, en comparación con las que no estaban vacunadas, encontró un nuevo estudio.
Entonces, aunque ponerse las vacunas y los refuerzos contra la COVID no prevenga la infección del todo, el nuevo estudio mostró que sí reduce la enfermedad y la muerte, al bajar los niveles elevados de estos inflamadores de la inflamación, conocidos como citoquinas y quimiocinas. Ambas están implicadas en una respuesta potencialmente letal del sistema inmunitario a la infección, conocida como "tormenta de citoquinas".
"Muchos de los casos más graves de enfermedad que vemos se deben a la respuesta exagerada de nuestro sistema inflamatorio", explicó el Dr. William Schaffner, director de la National Foundation for Infectious Diseases (NFID). "En otras palabras, sufrimos muchos daños colaterales, porque respondemos de forma exagerada a este virus, y en realidad esto es lo que provoca la neumonía que con frecuencia requiere una hospitalización".
Pero tras la vacunación "estamos protegidos, en efecto, de nuestra propia reacción exagerada a estos virus", explicó Schaffner, que no participó en la nueva investigación.
Para estudiar cómo la vacuna contra la COVID-19 protege a los usuarios de una enfermedad grave, los investigadores, de la Universidad de Colorado y Johns Hopkins Medicine, recolectaron muestras de sangre de casi 900 pacientes vacunados y sin vacunar.
Esto sucedió durante múltiples visitas realizadas a lo largo de un periodo de 90 días después de que cada participante del estudio recibiera un diagnóstico de una COVID-19 sintomática.
El grupo evaluó los niveles de 21 citoquinas y quimiocinas distintas poco después de la infección. También monitorizó cómo estos niveles cambiaban en los participantes vacunados y sin vacunar durante el curso de la enfermedad.
El equipo ajustó sus resultados según factores como la edad, el sexo, el peso y las afecciones de salud subyacentes de los pacientes.
En comparación con los pacientes sin vacunar, los que estaban vacunados del todo tenían unas concentraciones más bajas de marcadores inflamatorios en la sangre que los pacientes sin vacunar, tanto inicialmente como durante su recuperación de la COVID-19, encontró el equipo del estudio.
Esto sugiere que la vacunación se vincula con reducciones a corto y a largo plazo en el tipo de respuestas inflamatorias que pueden desencadenar una enfermedad grave, apuntaron los autores del estudio.
Los nuevos hallazgos explican al menos en parte por qué las personas vacunadas en general tienen una enfermedad menos grave, un riesgo más bajo de morir y un riesgo más bajo de COVID prolongada, añadieron.
"Nuestra investigación demuestra los beneficios a largo plazo de las vacunas contra la COVID-19 para reducir la inflamación, incluso tras una infección postvacunación", aseguró en un comunicado de prensa de la Universidad de Colorado la coautora, Alison Abraham, profesora asociada de epidemiología del Campus Médico Anschutz de la universidad.
El Dr. Amesh Adalja es un experto sénior del Centro de Seguridad de la Salud Johns Hopkins, en Baltimore. Anotó que "el principal valor de las vacunas, en la era de ómicron, no ha sido prevenir las infecciones, sino prevenir la enfermedad grave, y este estudio aclara parte de la mecánica de este proceso". Adalja no participó en la nueva investigación.
Los autores del estudio creen que los nuevos hallazgos también podrían fomentar investigaciones sobre mejores tratamientos para la COVID-19.
"Responder a la pregunta de cómo funcionan las vacunas contra la COVID-19 para prevenir una peor enfermedad, la enfermedad a más largo plazo y la muerte puede ayudarnos a tratar mejor a los pacientes, al proveer soluciones para limitar la respuesta inflamatoria demasiado exuberante del cuerpo", planteó en el comunicado el autor sénior del estudio, el Dr. Aaron Tobian, profesor de patología, medicina y epidemiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
El estudio se publicó en la edición del 1 de agosto de la revista The Lancet Microbe.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre la COVID-19.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: William Schaffner, MD, medical director, National Foundation for Infectious Diseases; Amesh Adalja MD, senior scholar, Johns Hopkins Center for Health Security; University of Colorado Anschutz Medical Campus, news release, Aug. 7, 2023
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