Una prueba de sangre podría advertir de una peligrosa complicación del embarazo
MARTES, 10 de enero de 2023 (HealthDay News) -- Una prueba de sangre experimental podría algún día proveer una advertencia temprana de una complicación del embarazo que puede resultar letal, informa un nuevo estudio.
La placenta accreta (o adherida) ocurre cuando la placenta, que es la fuente de alimentos y oxígeno para el feto, crece demasiado profundamente en la pared del útero de una mujer.
La afección puede hacer que una mujer muera por una hemorragia tras el parto, sobre todo si no se ha detectado antes, señaló la líder del estudio, la Dra. Hope Yu, especialista en medicina materna y fetal del Hospital Brigham and Women’s, en Boston.
Lamentablemente, hasta la mitad de los casos de placenta accreta no se diagnostican antes del parto, anotaron los investigadores.
La nueva prueba parece detectar con precisión los casos emergentes de placenta accreta, al buscar micropartículas de proteínas que se asocian con la afección, observó Yu.
"Se consideraría que esto tiene una capacidad predictiva muy buena, si no excelente, para la accreta", añadió.
La placenta en general se desprende de la pared del útero durante el parto, pero en la placenta accreta no puede, porque ha invadido el útero y, en algunos casos, incluso los órganos circundantes, por ejemplo la vejiga.
La placenta accreta ocurre en 1 de cada 272 partos, comentó el Dr. Joshua Nitsche, un especialista en medicina materna y fetal del Centro Médico Bautista Wake Forest, en Winston-Salem, Carolina del Norte, que revisó los hallazgos.
"Esto ha aumentado de forma dramática desde la década de los 1980, cuando era de alrededor de 1 de cada 1,250, y tiene que ver con el creciente número de cesáreas a las que se someten las mujeres hoy en día", aseguró. "Se trata del principal factor de riesgo" de la placenta accreta.
Las cesáreas, o cualquier cirugía que implique al útero, puede hacer que la pared del útero sea más delgada en los lugares de las incisiones, y alterar el revestimiento del útero. "Estas cosas permiten que la placenta invada más allá de lo normal", advirtió Nitsche.
Una de cada 14 mujeres con placenta accreta muere desangrada como resultado del parto, anotó.
Ningún tratamiento actual puede prevenir ni ralentizar la invasión de la placenta en el útero, apuntó Nitsche.
Pero si los médicos saben por adelantado que una mujer tiene placenta accreta, pueden prepararse para un parto complicado, comentaron Yu y Nitsche.
Pueden asegurarse de que los cirujanos, anestesiólogos, los radiólogos intervencionistas y otros especialistas importantes sean informados por adelantado sobre el caso de la futura madre, observó Yu. También pueden tener una buena cantidad de sangre donada a mano para reemplazar la que pierde.
Estas medidas, que toman los hospitales experimentados en la atención de la placenta accreta, pueden reducir el riesgo de muerte o lesión de la madre en hasta un 80 por ciento, explicaron los investigadores.
"Cuando se sabe que va a suceder y se pueden realizar las preparaciones adecuadas, el riesgo de muerte materna y de complicaciones graves a largo plazo es razonablemente bajo", aseguró Nitsche.
Lamentablemente, entre un 33 y un 50 por ciento de los casos de placenta accreta no se diagnostican antes del parto, anotaron los autores del estudio.
"Ahora, el diagnóstico se realiza mediante ultrasonido, y el diagnóstico puede pasarse por alto, porque diagnosticarla a través de ultrasonido no es exactamente un proceso sencillo", dijo Nitsche.
En este estudio, los investigadores compararon a 35 pacientes con placenta accreta con 70 que tuvieron embarazos sanos.
Analizaron las muestras de sangre extraídas durante el segundo y el tercer trimestres del embarazo, para ver si había alguna diferencia en las micropartículas de proteínas en circulación (MPC).
Las células usan las MPC para comunicarse entre sí, y se han estudiado extensivamente en la investigación sobre la detección del cáncer.
Los investigadores identificaron cinco MPC en el segundo trimestre y cuatro MPC en el tercer trimestre que se podrían usar para detectar la placenta accreta.
"La esperanza es que podamos desarrollar esto en una prueba en el futuro, que las mujeres con factores de riesgo de accreta durante el embarazo puedan recibir universalmente en el segundo trimestre", planteó Yu. "Si la prueba indica que tienen un riesgo más elevado, podemos asegurar que esta paciente cuente con un equipo multidisciplinario de atención de la accreta, y garantizar que la mujer tenga el parto más estable posible".
Este panel de sangre se debe ahora evaluar y verificar en grupos más grandes de mujeres embarazadas, aclararon Yu y Nitsche. Pasarán años antes de que esta prueba pueda estar disponible como una herramienta de detección estándar.
"Una prueba como esta se debe evaluar en muchas poblaciones distintas de pacientes", añadió Nitsche. "Funcionó en este hospital particular con este grupo en particular, ¿pero funciona en otros lugares con la misma sensibilidad y especificidad?".
El nuevo estudio se publicó en la edición en línea del 5 de enero de la revista Scientific Reports.
Más información
La Clínica Cleveland ofrece más información sobre la placenta accreta.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Hope Yu, MD, maternal-fetal medicine specialist, Brigham and Women’s Hospital, Boston; Joshua Nitsche, MD, PhD, maternal-fetal medicine specialist, Wake Forest Baptist Medical Center, Winston-Salem, N.C.; Scientific Reports, Jan. 5, 2023, online
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