Siga trotando: el ejercicio no aumenta las probabilidades de artritis de rodilla
MIÉRCOLES, 10 de noviembre de 2021 (HealthDay News) -- La Dra. Kim Huffman, una ávida corredora, recibe bastantes comentarios de sus amigos sobre el impacto que su ejercicio favorito tiene en su cuerpo.
"La gente me dice siempre que ya veré cuando tenga 60 años. Que mis rodillas me odiarán", comentó Huffman. "Les contesto que eso es ridículo".
Huffman está bien preparada para la próxima vez que salga el tema: un abarcador análisis británico de datos de estudios anteriores no encontró ningún vínculo entre la cantidad de ejercicio que hace una persona y su riesgo de artritis de rodilla.
El equipo de la investigación combinó los resultados de seis ensayos clínicos realizados en distintos lugares del mundo, y creó un conjunto de más de 5,000 personas a quienes se dio un seguimiento de entre 5 y 12 años para ver si tenían señales de artritis de rodilla.
En cada ensayo clínico, los investigadores monitorizaron las actividades diarias de los participantes, y estimaron la cantidad de energía que gastaban en el esfuerzo físico.
Ni la cantidad de energía que quemaban durante el ejercicio ni la cantidad de tiempo que pasaban en la actividad física tuvieron nada que ver con el dolor de rodilla ni los síntomas de artritis, concluyeron los investigadores.
"Esto ayuda a despejar un mito que he estado intentando despejar hace tiempo", aseguró Huffman, profesora asociada de la división de reumatología del Centro Médico de la Universidad de Duke.
"Si se aumentan las cantidades de ejercicio que las personas hacen, y también la duración de la actividad, ninguna de las dos cosas se asocia con la artritis de rodilla", añadió Huffman, que no participó en el análisis.
El Dr. Bert Mandelbaum es director médico del club de fútbol Los Ángeles Galaxy, y médico de equipo del Equipo Nacional de Fútbol Masculino de EE. UU.
Se mostró de acuerdo en que el estudio "ofrece una mayor corroboración del hecho de que el ejercicio en la vida personal no aumenta el riesgo, el inicio ni la progresión de la osteoartritis".
Entonces, ¿de dónde salió esta idea errónea?
Huffman piensa que se debe a que las personas confunden las lesiones relacionadas con el ejercicio con el efecto que el ejercicio en sí tiene en las articulaciones.
"Ahora mismo, los riesgos claros de la artritis de rodilla son la genética, las lesiones y ser de sexo femenino", apuntó Huffman. "Las personas que hacen más ejercicio quizá tengan más probabilidades de lesionarse la rodilla. Pienso que ese es el origen del mito".
De hecho, el ejercicio puede ayudar a proteger de la artritis de rodilla de varias formas, apuntó Huffman.
- Flexionar y extender la rodilla durante el ejercicio promueve la difusión del fluido en la articulación, lo que fomenta una mejor nutrición.
- El ejercicio crea un metabolismo elevado, lo que ayuda a controlar la inflamación en la articulación de la rodilla.
- La pérdida de peso reduce la cantidad de carga sobre la rodilla.
- El ejercicio fortalece los músculos que rodean a la rodilla, lo que la estabiliza y reduce el riesgo de lesión.
"No creo que estemos encontrando que un simple uso excesivo o uso de la articulación sea un problema. Se trata más bien de una asociación con las lesiones, y quizá en el ámbito de la obesidad o de un riesgo genético alto", aclaró Huffman.
La mejor opción es elegir un ejercicio que plantee el menor riesgo de lesión en la rodilla, aconsejó Huffman.
"Si quiere ir a esquiar en la nieve, no creo que sea un gran problema, pero es más probable que vaya a lesionarse haciendo esquí alpino que, por ejemplo, caminando en el vecindario o entrenándose para un maratón", apuntó Huffman. "No se trata del fútbol, el fútbol americano o esquiar en sí. Es solo el riesgo de lesión durante estas actividades".
Por otra parte, el ejercicio provee beneficios que van mucho más allá de unas articulaciones sanas, señaló Mandelbaum, copresidente de asuntos médicos del Instituto Kerlan-Jobe de Cedars-Sinai, en Santa Mónica, California, que no participó en la revisión de la investigación.
"La actividad física es esencial para optimizar tanto la salud física como mental, y tiene un rol central al facilitar la calidad y la cantidad de la vida", enfatizó Mandelbaum. "La lista de beneficios incluyen una reducción en la ansiedad, un mejor estado de ánimo, una reducción en los niveles de enfermedad coronaria, hipertensión, diabetes y obesidad y, por tanto, una vida más larga".
El análisis se publicó en una edición reciente de la revista Arthritis and Rheumatology.
Más información
La Arthritis Foundation ofrece más información sobre la osteoartritis de rodilla.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Kim Huffman, MD, PhD, associate professor, Duke University Medical Center, division of rheumatology; Bert Mandelbaum, MD, co-chair, medical affairs, Cedars-Sinai Kerlan-Jobe Institute, Santa Monica, Calif.; Arthritis and Rheumatology, Nov. 3, 2021
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